El Universal/GDA
El jugo de arándano es una buena opción para calmar la sed en los días calurosos que se harán más presentes a medida que se acerca el verano. Sin embargo, más que una bebida refrescante, también ofrece una serie de beneficios para la salud.
A este fruto, de nombre científico Vaccinium corymbosum, cada vez se le atribuyen más beneficios, a medida que diversas investigaciones los van revelando.
Uno de los beneficios más sorprendentes del jugo de arándanos es su capacidad para proteger los dientes y así beneficiar a la salud dental. Este jugo contiene compuestos que dificultan que las bacterias dañinas se adhieran a los dientes.
Esto no solo protege contra enfermedades periodontales, que pueden dañar las encías, sino que también evita la formación de biopelículas bacterianas que pueden contribuir a la acumulación de placa dental. Este beneficio, sin embargo, no es un reemplazo para mantener una buena higiene bucal, con un cepillado después de cada comida.
Las propiedades antioxidantes del jugo de arándanos pueden ser especialmente útiles para las personas con diabetes tipo 2. Estudios han demostrado que el consumo de esta bebida puede reducir los niveles de triglicéridos en suero, lo que es beneficioso para quienes padecen de diabetes.
Además, los flavonoides presentes en el jugo de arándanos ayudan a prevenir la acumulación de grasa, calcio y colesterol en las arterias, lo que puede contribuir a una mejor regulación de los niveles de glucosa en el organismo.
El jugo de arándano es conocido por su capacidad para prevenir infecciones del tracto urinario (ITU), especialmente en mujeres y personas con catéteres continuos.
Los estudios sugieren que dosis de entre 50 mL dos veces al día y 300 mL tres veces al día son efectivas para prevenir las ITU. El jugo de arándanos evita que las bacterias se adhieran a las paredes del tracto urinario, reduciendo así el riesgo de infección.
Los beneficios antioxidantes de este jugo, rico en flavonoides, además, pueden tener un impacto positivo en la salud mental.
Un estudio de 2021 reveló que la incorporación de alimentos ricos en flavonoides, como los arándanos, en la dieta diaria puede reducir el riesgo de deterioro cognitivo en un 20%. Además, otros estudios han sugerido que el consumo de arándanos puede ayudar a prevenir la demencia en la vejez.