Con información de El Universal/GDA
El agua de limón con sal es una bebida asociada a una mejor hidratación del organismo y repone minerales y elementos necesarios para una óptima recuperación después de actividad intensa. El limón es un fruto cítrico, de color verde o un color amarillo que crea un sabor amargo en el paladar, mientas que la sal es un ingrediente compuesto por cloruro de sodio que contiene los minerales esenciales para nuestro día a día.

La combinación de agua, sal y limón resulta ser una muy buena combinación para el organismo, puesto que todos sus componentes ayudan a mantenerlo hidratado y se considera que esta bebida ayuda a aliviar el dolor de garganta, a favorecer una óptima digestión y una mejor salud bucal, según informó Cleveland Clinic.

El limón es rico en vitamina C, potasio, ácidos orgánicos, antioxidantes y flavonoides. Estos ayudan a proteger el organismo contra problemas causados por rayos UV, la contaminación y químicos. Además, el alto contenido de la vitamina mencionada ayuda a formar una proteína importante llamada colágeno, utilizada para reforzar los tejidos de la piel, los tendones, los ligamentos y los vasos sanguíneos. La vitamina también tiene propiedades como sanar heridas y formar tejido cicatricial.

Sin embargo, expertos indicaron que las personas que padecen de úlceras deben cuidar su consumo de limón, debido a que el ácido del fruto puede alterar los jugos gástricos, y pueden causar problemas a personas con enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE).

Por su parte, la sal contiene minerales necesarios como fósforo, calcio, hierro, zinc y magnesio, que también son esenciales para el organismo. Estos ayudan a controlar la cantidad de agua del cuerpo humano, manteniendo el pH de la sangre en niveles adecuados. Además, ayuda a que el cuerpo esté hidratado, introduciendo agua en el interior de las células y mejorando así los impulsos nerviosos y la relajación muscular.

Más allá de sus beneficios a la salud, uno de sus implementos, el jugo de limón, puede utilizarse para la limpieza del hogar. Cuando se combina con vinagre y bicarbonato de sodio, presenta una acción anti microbiana eficaz.

Asimismo, mezclar jugo de limón con sal resulta en un abrasivo que puede usarse para limpiar piezas antiguas y de cobre. También es útil para limpiar manchas en una tabla de madera, como las que se utilizan para cortar carne, así como para quitar la grasa de la parrilla. En estos casos, debe frotarse la superficie con el jugo de limón y dejar actuar durante toda la noche, para enjuagar al día siguiente.