Redacción El País
El uso de la cola de caballo se remonta a siglos atrás. Históricamente, el médico y botánico Dioscórides Anazarbe la recomendaba para detener hemorragias y cicatrizar llagas en la Grecia romana, mientras que en la medicina árabe se utilizaba como remedio contra problemas del hígado.
Proviene de una especie silvestre conocida como Equisetum arvense o equiseto menor, cuya composición nutricional heterogénea resulta útil en el tratamiento de diversas dolencias y enfermedades.
Beneficios para la salud:
- Eliminación de líquidos y pérdida de peso: Consumir la cola de caballo en té o infusión actúa como un diurético natural, aumentando la producción de orina y ayudando a combatir la retención de líquidos. Sus componentes como el potasio, sapónidos y flavonoides contribuyen a mejorar problemas como la cistitis e insuficiencia renal al eliminar toxinas.
Mejora de la salud capilar: Su alto contenido en silicio la convierte en un excelente ingrediente para fortalecer el cabello, mejorando su apariencia, volumen y brillo. Además, contribuye a una adecuada hidratación capilar, lo que se traduce en una mejor textura y retrasa la aparición de canas.
Es importante tener en cuenta que la cola de caballo no tiene efectos sobre la eliminación de grasa y debe ser utilizada como complemento de una dieta saludable y hábitos de vida adecuados.