Redacción El País
Un estudio reciente realizado en España revela que para los adultos mayores, la combinación de la dieta mediterránea con ejercicio regular y una disminución en la ingesta de calorías es efectiva para disminuir la grasa acumulada en el abdomen, a la vez que se preserva la masa muscular.
La grasa abdominal, que se vincula con la inflamación y trae consigo riesgos de enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares, diabetes y algunos tipos de cáncer, puede reducirse gracias a este trío de enfoques, reveló la investigación. Dado que la masa muscular tiende a disminuir con la edad, su mantenimiento es crucial para evitar debilidad, menor movilidad y riesgo de caídas.
Esta dieta está compuesta por frutas, verduras, legumbres, frutos secos, cereales integrales, aceite de oliva, pescado, pequeñas cantidades de lácteos y vino tinto.
Dora Romaguera, investigadora del Instituto de Investigación Sanitaria de las Islas Baleares, lideró un estudio que contaba con más de 1.500 personas de mediana edad y mayores, con sobrepeso u obesidad y síndrome metabólico, una serie de trastornos que aumentan el riesgo de diabetes, enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares.
El estudio dividió a los participantes en dos grupos: uno adoptó una dieta mediterránea con restricción calórica del 30% y aumento de actividad física; el otro siguió la misma dieta pero sin restricciones calóricas ni cambios en su nivel de actividad. Los que redujeron calorías e incrementaron ejercicio experimentaron una disminución en la grasa abdominal y total, manteniendo los resultados hasta por tres años. Sin embargo, el grupo que no realizó cambios adicionales no observó reducciones significativas en su grasa abdominal.
Ambos grupos incrementaron algo de masa muscular, pero aquellos en el brazo de intervención perdieron más grasa que músculo. Publicado recientemente en la revista médica JAMA Network Open, los resultados a tres años son parte de un estudio de ocho años destinado a evaluar si la dieta mediterránea puede reducir el riesgo de infarto y accidente cerebrovascular.
Marion Nestle, profesora emérita de la Universidad de Nueva York, no se sorprendió de que la combinación funcione y señaló que la reducción en la ingesta calórica y el aumento de la actividad física son efectivos para la pérdida de peso y el mantenimiento a largo plazo, recogió el portal. Además, remarcó que la dieta mediterránea se relaciona con múltiples beneficios para la salud y está altamente recomendada.
Este contenido fue hecho con la asistencia de inteligencia artificial y verificado por un periodista de El País.