El Universal/GDA
Una fruta que resulta clave en el invierno para prevenir infecciones respiratorias es la mandarina, por su aporte de vitamina C. El cítrico cobra relevancia en la época más fría, aunque además de este gran beneficio, la fruta ayuda a prevenir otras enfermedades debido a sus aportes.

La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) de México señaló que las mandarinas producen sinefrina, que frena la producción de colesterol en el cuerpo.

Además, estudios han descubierto que el consumo de esta fruta baja el nivel de insulina, por lo que el azúcar no se almacena ni se convierte en grasas, sino que se transforma en energía.

Respecto a la piel, las mandarinas tienen propiedades antimicrobianas que evitan que las heridas se infecten y su aceite contribuye a una mejor cicatrización.

Por su parte, el Ministerio de Salud Pública de Paraguay indicó que contienen una alta concentración de vitamina C y agua, además de vitaminas A, B1 y B2, minerales, potasio y ácido fólico. Es rica en fibras, con bajo nivel de azúcar, reducido contenido de grasa y calorías. Gracias a esto, puede ser una buena alternativa si se padece de anemia.

La mandarina además previene el exceso de grasa, sobre todo en el hígado y todas sus propiedades ayudan a mejorar el sistema inmunológico, equilibrar el nivel de azúcar en sangre y la presión arterial.

Puede contribuir a la pérdida de peso, puesto que, a pesar de su bajo contenido calórico, otorga saciedad por más tiempo y ayuda a tener una mejor digestión. Como contribuye a la reducción de la producción de cortisol, la hormona del estrés que puede influir en el almacenamiento de grasa corporal, esta fruta ayuda a conseguir un peso saludable si forma parte de una dieta equilibrada.

Es también beneficiosa para la vista, puesto que ayuda a prevenir la degeneración macular relacionada con la edad, que puede ser la mayor causa de pérdida de visión en edad avanzada.

Las mandarinas poseen alrededor de 166 miligramos de potasio por cada 100 gramos y es un sinterizador del colágeno en el cuerpo, por lo que ayuda a mantener tendones, ligamentos, huesos y arterias bien unidos.

También sirve para el pelo, puesto que si se come una mandarina diaria, el cabello lucirá mucho más saludable. Esto es porque la vitamina A ayuda a equilibrar la cantidad de sebo del cuero cabelludo.

Finalmente, su vitamina C, calcio y fósforo mejoran la salud bucal y permiten tener unos dientes más saludables y prevenir la aparición de enfermedades como la gingivitis, que consiste en la inflamación y el sangrado de las encías.

Para aprovechar todos los beneficios de la mandarina, los productores de frutas cítricas Naranjas Quique, señalan que es un alimento que se puede consumir de manera segura diariamente. Además, aseguran que es recomendable comer hasta cuatro mandarinas al día.

Una mandarina ofrece menos de 40 calorías, aporta alrededor de 1,5 gramos de fibra, contiene una elevada cantidad de flavonoides y casi tanta vitamina C como la naranja.

Puede ser un beneficioso alimento para las embarazadas, por ser una buena fuente de ácido fólico y vitamina C, que mejora la absorción de hierro, algo necesario en período de gestación.

La Sader explica que en la gastronomía la cáscara de mandarina se usa para saborizar gelatinas, caramelos, chicles, panes, bebidas carbonatadas y licores. También para la elaboración de aceites, con los que se sazonan las ensaladas, carnes, pescados y mariscos.

Por otra parte, con el aceite de mandarina se elaboran cosméticos para proteger la piel y, de manera natural, disminuir las manchas solares, así como para evitar el envejecimiento prematuro y la aparición de arrugas.