El Comercio / GDA
"Tan temprano no me da hambre”, ”Yo me salteo siempre el desayuno, me da lo mismo”, “Voy a llegar tarde al trabajo, así que no alcancé a comer algo”, “Prefiero no comer nada en la mañana y así adelgazo”, son algunas frases que se repiten cuando se habla del desayuno. Sin embargo, esta ingesta es fundamental en la alimentación cualquier persona.
“El desayuno cobra especial importancia, porque es con el que se inicia el día y corta el ayuno de la noche. Entonces, en diferentes etapas de vida, tiene distintos niveles de importancia. Si uno no consume desayuno o lo consume de baja calidad, puede tener dificultades para desarrollarse en el día a día”, explica Henry Torres, nutricionista y subdirector de la ONG “Acción contra el Hambre”.
Las horas adecuadas para desayunar:
Según el especialista, no hay una hora determinada para desayunar, pero debe ser durante la mañana y no cerca al almuerzo, porque entre estas comidas también debe haber ingesta de una colación.
“Esto se adapta mucho a la agenda de cada persona. Si él o ella empieza a las 9, entonces el desayuno puede variar entre las 7 y las 8:30 de la mañana, dependiendo también si para ir al trabajo se requiere desplazamiento o se hace home office”, agrega.
Un buen desayuno no tiene que tener una carga de carbohidratos ni proteínas, puede incluir cereales y una proteína de origen animal, como huevos, leche, queso y alimentos como frutas o vegetales en jugos. Por otro lado, la OMS recomienda que el desayuno no debe aportar más del 10% de las calorías diarias, tanto en niños como en adultos.
Consecuencias de no desayunar.
Algunas consecuencias son:
Baja productividad: El no recibir alimentos durante un largo periodo de tiempo puede hacer que no se trabaje bien debido al cansancio o el hambre que podemos sentir. También puede estar relacionado a lo cognitivo: el razonamiento.
Pueden presentarse enfermedades gastrointestinales: Saltarse comidas o no ingerir a la hora que nuestro estómago está acostumbrado a comer, puede ser perjudicial. Si llega la hora en la que el estómago necesita alimentarse y no recibe alimento, entonces puede acumular ácidos gástricos para iniciar el proceso de digestión, pero como no hay comida, puede producir gastritis.
Cansancio: No desayunar puede hacer que no tengamos energía para realizar las actividades del trabajo.
Consejos para desayunar si tenés poco tiempo.
La alimentación es un proceso que es parte de la vida, ante la falta de tiempo, el nutricionista recomienda.
Replantear el desayuno como un acto social: Los fines de semana, como son más tranquilos y sin horario laboral, la familia puede hacer que sea un buen momento para disfrutar y así comenzar a verlo como un acto social o algo positivo.
Prepararlo un día antes: Si no se tiene tiempo para comer en las mañanas, puede ahorrarse tiempo preparándolo antes. No tiene que ser un desayuno demasiado preparado, puede ser fruta picada, un pan con palta o huevos duros, por ejemplo.
Tener un snack de emergencia: Es necesario que entre el almuerzo y el desayuno se ingiera un pequeño alimento complementario al desayuno. Algo que puede llevarse al trabajo hasta que llegue la hora de almuerzo.
Pedir ayuda a un especialista: A veces viene bien pedirle a expertos que nos enseñen otras alternativas para desayunar, lo recomendable es pedirle ayuda de un nutricionista para que nos guíe en este camino.