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Sin duda, la lechuga es la verdura de hoja verde más consumidas en todo el mundo, pues su popularidad se debe a una combinación de múltiples factores, en primer lugar, es una planta relativamente fácil de cultivar, la cual se adapta a diversos climas y suelos, además de ser relativamente asequible y económica. Asimismo, destaca por su gran versatilidad culinaria, por lo que es considerada como uno de los ingredientes estrella de una amplia variedad de platos de diversas regiones y no solo por su delicioso sabor, sino también porque tiene un color verde vibrante y una forma atractiva, lo que la hace muy agradable a la vista.

Sin embargo, la razón principal por la cual, es la favorita de muchos, es debido a los numerosos beneficios que aporta a la salud, pues es rica en nutrientes esenciales, que son fundamentales para un funcionamiento adecuado del organismo. Cabe señalar que, desde la antigüedad, la lechuga ha sido muy apreciada por sus propiedades nutritivas y medicinales, causando así un gran impacto en Persia, Roma y Egipto, y desde luego, esto se ha mantenido hasta la actualidad, pues la ciencia moderna la respalda como un alimento necesario para lograr un bienestar general.

Una de las propiedades más destacables de la lechuga es que se trata de una de las verduras con mayor contenido de agua, específicamente, de un 95%. De igual manera, está conformada por diversos minerales, como potasio (264 mg/100 g), de calcio (35 mg), fósforo (26 mg) y magnesio (16 mg), así como oligoelementos (cobre, manganeso, níquel, zinc, etc.). También es rica en vitaminas: A (970 mcg, en forma de carotenoides), del grupo B (su contenido en ácido fólico es de 21 mg), C (8 mg) y E (0,06 mg), indican en el porta web CuerpoMente. Por supuesto, otro componente crucial es la lactucarium, que actúa como calmante sobre el sistema nervioso, la cual confiere a la lechuga propiedades relajantes y favorecedoras del sueño.

—Hidratación

La lechuga tiene un alto contenido de agua, lo que la convierte en una excelente opción para mantenernos hidratados, en especial, durante los días de verano. Además, es un vegetal muy ligero, gracias a su bajo contenido calórico que la hace adecuada para todas las personas que están buscando perder peso o mantener un peso saludable, pues como refiere Eva Campoy, del Departamento de Dietética de la Sociedad Española de Técnicos Superiores Sanitarios (SETSS) a la sección de Cuídate Plus del diario Marca, esta aporta 17 kilocalorías por 100 gramos.

—Favorece la digestión

De acuerdo con El Confidencial, si se mantiene una ración diaria de esta importante hortaliza, se reduce el riesgo de sufrir de problemas intestinales como el estreñimiento, pues al ser tan rica en fibra, ayuda a que las heces crezcan en volumen y a depurar el organismo más fácilmente. Además, el contenido de agua y sus componentes bioactivos contribuyen a mantener un tracto gastrointestinal saludable.

—Mejora el sistema inmune

La cantidad de vitamina C que contiene la lechuga ayuda a aumentar la actividad de las defensas del sistema inmune, ya que genera glóbulos blancos, por lo que, sin duda, es ideal para combatir infecciones y enfermedades víricas en cualquier época del año.

—Cuida la salud cardiovascular

De igual forma, la lechuga es muy beneficiosa para la salud del corazón, y esto gracias a su alto contenido en magnesio y potasio, minerales que ayudan a mantener la presión arterial bajo control, así como disminuyen el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares.

—Promueve la salud ocular

Como explica Campoy, al ser una rica fuente de vitamina A, la cual contiene beta-caroteno, ayuda a proteger la salud ocular de los daños causados por los radicales libres y puede contribuir a prevenir enfermedades oculares relacionadas con la edad, como la degeneración macular y las cataratas.

Finalmente, es importante tener en cuenta que, si bien la lechuga brinda muchos beneficios para la salud, es sustancial incluirla como parte de una dieta equilibrada y variada, con la finalidad de poder cumplir con todos los requerimientos nutricionales y lograr así, un buen funcionamiento del organismo. Además, como sugieren los expertos, si en caso se consume cruda, es fundamental lavarla adecuadamente para eliminar cualquier residuo de tierra o pesticidas.