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Aunque el arroz es muy consumido, hay quienes temen incluirlo en su alimentación diaria, no solo porque creen que puede llevar al aumento de peso, sino también porque piensan que, debido a su alto índice glucémico, este alimento puede elevar el azúcar en la sangre.
El arroz es uno de los carbohidratos más consumidos en el mundo. Su versatilidad lo convierte en una excelente opción tanto como acompañamiento como plato principal en un día común o en una ocasión especial, pero es importante consumirlo con moderación y explorar otras formas de preparación para que sus efectos no sean tan perjudiciales para la salud.
Un estudio de la Universidad de Harvard, publicado en marzo de 2012 por la Revista Médica Británica, advirtió sobre uno de los riesgos de consumir varias porciones al día en su forma más simple, es decir, al ingerir grandes cantidades de arroz blanco.

Los investigadores descubrieron que las personas que consumían la mayor cantidad de arroz (de tres a cuatro porciones diarias) tenían 1,5 veces más probabilidades de desarrollar diabetes que aquellas que consumían una cantidad menor. Además, por cada taza adicional de arroz blanco consumida al día, el riesgo aumentaba en un 10%.
Estos hallazgos clasificaron al arroz blanco como un alimento que, al elevar los picos de azúcar en la sangre, aumenta el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, una enfermedad que, según el sitio MedlinePlus del gobierno de EE. UU., comienza cuando las células del cuerpo no responden normalmente a la insulina.
El almidón presente en el arroz es el responsable de esta reacción del organismo durante el proceso de digestión, ya que es en este momento cuando se transforma en glucosa.
¿Cómo preparar el arroz blanco?

Los países asiáticos son los mayores consumidores de este alimento y, por ello, han investigado formas adecuadas de preparación para poder mantenerlo en la dieta sin aumentar el riesgo de la enfermedad.
Investigadores chinos comprobaron que, debido a la retrogradación del almidón, un proceso que ocurre cuando el arroz se cocina y luego se deja enfriar, la estructura interna del alimento sufre una modificación en su índice glucémico.
Si el arroz blanco se enfría, tendrá un aumento en la cantidad de almidón resistente, lo que ayudará a evitar picos de glucosa en la sangre y reducirá la liberación abrupta de insulina por parte del páncreas.
Otra opción recomendada por científicos en la revista internacional Archives of Internal Medicine es sustituir el tipo de arroz consumido. Según los expertos, el arroz integral es una alternativa más saludable, ya que libera la glucosa de manera más gradual.
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