El Tiempo, La Nación - GDA
El pollo es una de las carnes más consumidas en el mundo, ya que cuenta con varias ventajas como lo es su precio, su versatilidad y sus buenas cualidades nutricionales, a diferencia de otras carnes.
Esta misma entidad indica que el consumo del pollo está aumentando con más rapidez que cualquier otro tipo de carne, tanto así que cada año consumen unos 50.000 millones de pollos en todo el mundo y se ha convertido en el alimento favorito de muchas personas.
Un reciente informe realizado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y la Organización para la Alimentación y Agricultura (FAO) confirmó que el consumo global de pollo se acelerará aún más en la próxima década.
Esta carne es una fuente de proteínas, grasas y minerales que aportan aminoácidos esenciales para el buen funcionamiento del organismo y son muchas las personas que tienen su parte favorita.

El pollo es una carne blanca cuyo sabor es suave y con un bajo contenido en grasa y, desde hace mucho tiempo, se cree que la mejor pieza es la parte de la pechuga, ya que tiene menos cantidad de grasa. Elena de la Fuente, nutricionista: “La pechuga es la parte más magra del pollo y se nota porque a la hora de cocinarla es más seca. Tiene un aporte de entre 1 y 2 gramos de grasas por cada 100 gramos de alimento”.
Sin embargo, aunque la pechuga tiene fama de ser saludables, existe otra parte queno tiene grasa, es tierna y no tiende a secarse tanto como la pechuga: el solomillo de pollo.
Unos 100 gramos de solomillo de pollo aportan aproximadamente 110 calorías, 25 gramos de proteína y un gramo de grasa.
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