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Este alimento de forma ovalada, con una piel marrón cubierta de pelos suaves, contiene una pulpa verde, jugosa y ligeramente ácida. Indispensable en los platos veraniegos, el kiwi es una excelente fuente de vitaminas, minerales y antioxidantes que fortalecen el cuerpo. Además, su bajo contenido calórico lo convierte en el aliado ideal para quienes buscan una dieta equilibrada.
Originario de China, el kiwi es conocido allí como yang-tao, que significa “fruta del río Yang”. Los chinos comenzaron a cultivarlo hace unos 300 años, pero fue alrededor del año 1900 cuando las primeras semillas llegaron a Nueva Zelanda a través de jóvenes misioneros, quienes desarrollaron variedades más grandes y sabrosas. Nombraron la fruta “kiwi” debido a su similitud con el ave emblemática del país. A mediados de la década de 1940, entró en el mercado mundial como una especialidad gourmet.
Pocas personas saben que hay muchas variedades diferentes de kiwis. Además del clásico kiwi verde, esta fruta puede encontrarse también en color amarillo o tonos dorados. Se cree que, en comparación con la variedad verde, estas versiones son más dulces y aromáticas. Sin embargo, su piel más lisa les otorga una vida útil más corta.
El kiwi se puede disfrutar de muchas formas: en aguas frutales, como postre, en batidos, como aderezo para ensaladas o combinado con yogur para obtener probióticos y prebióticos. Silvana Ottaviano, nutricionista, advierte que, debido a su contenido en fibra, debe evitarse en casos de inflamación intestinal o gastritis. "Además, debido a su alto contenido en potasio, su consumo debe ser moderado según indicaciones médicas", añade.
¿Cuáles son los beneficios del kiwi?
El kiwi es una fruta baja en calorías, rica en fibras, antioxidantes, vitaminas como la C y la E, y minerales esenciales como el potasio. Su perfil nutricional único lo convierte en un aliado de la salud, ofreciendo numerosos beneficios, desde mejorar la digestión hasta controlar el colesterol.
1. Mejora el estado de ánimo
Un estudio publicado en el British Journal of Nutrition mostró que el consumo de kiwis mejoró el estado de ánimo de los participantes tras solo 4 días y tuvo un impacto mayor en la vitalidad en comparación con los individuos que recibieron solo suplementos de vitamina C y placebo. Descubrieron que el efecto positivo del kiwi alcanzó su punto máximo entre los 14 y 16 días de consumo.
2. Proporciona fibra y descompone proteínas
Según la Universidad de California, Los Ángeles (UCLA), el kiwi tiene de 3 a 4 gramos de fibra por porción, con partes iguales de fibra soluble e insoluble, algo poco común en una fruta. “La combinación única de fibras y la presencia de una enzima en el kiwi llamada actinidina lo convierten en una potencia digestiva, ya que ayuda a descomponer las proteínas”, explican.
El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) de España informa que la fruta también contiene miosmina, un alcaloide presente en el tabaco, que algunos estudios sugieren podría tener un papel beneficioso en el adenocarcinoma de esófago, un tipo de cáncer del conducto que conecta la garganta con el estómago.
3. Previene el daño celular
"Gracias a su amplia variedad de vitaminas y minerales, el kiwi tiene propiedades antioxidantes que previenen el daño celular, mejoran la circulación sanguínea y ayudan a reducir la absorción de grasas, además de equilibrar los niveles de glucosa", explica Silvana. También señala que esta cualidad retrasa el envejecimiento, ya que protege las células del daño causado por los radicales libres.
4. Reduce el colesterol y la presión arterial
La especialista informa que es un alimento con bajo índice glucémico, es decir, no eleva el azúcar en la sangre tras su consumo. "Por eso es un aliado para las personas con diabetes, además de ayudar a reducir el colesterol malo (LDL) y estabilizar la presión arterial", concluye.