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La verdura que previene el estreñimiento, fortalece el sistema inmune y mejora la digestión

Aunque su forma es similar a la del repollo, con su aspecto globular y hojas densamente agrupadas, estas coles son considerablemente más pequeñas.

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Saltado  de coles de Bruselas
Saltado de coles de Bruselas
Unsplash

La Nación, El Tiempo/GDA
Las coles de Bruselas, una variedad de col conocida por sus diminutas yemas comestibles que se asemejan a pequeños repollos, tienen una historia de cultivo que se remonta a más de un siglo atrás en el norte de Francia y en Bélgica, en las proximidades de la ciudad de Bruselas, lo que podría explicar su nombre característico. Aunque su forma es similar a la del repollo, con su aspecto globular y hojas densamente agrupadas, estas coles son considerablemente más pequeñas.

Las partes de las coles de Bruselas que resultan comestibles son los racimos de yemas que crecen en los tallos, en las axilas de las hojas. Estos brotes no solo son apreciados por su sabor y versatilidad en la cocina, sino que también aportan numerosos beneficios para la salud.

Se ha descubierto que contienen propiedades antioxidantes, digestivas, inmunológicas y nutritivas, lo que los convierte en una opción saludable para incluir en la dieta. Entre los beneficios destacados se encuentran la reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares, la protección contra células cancerígenas, la mejora del proceso digestivo, la prevención del estreñimiento y el fortalecimiento del sistema inmune.

A pesar de sus virtudes nutricionales, es importante destacar que, como cualquier alimento, las coles de Bruselas pueden tener efectos secundarios. El consumo excesivo de estas verduras puede provocar flatulencias y malestar estomacal en algunas personas, y en casos raros, pueden desencadenar alergias. Además, es esencial tener en cuenta que gran parte de sus nutrientes se pierden durante la cocción.

Para disfrutar al máximo de las coles de Bruselas, se recomienda prepararlas en el último momento, manteniendo las hojas verdes exteriores que son ricas en carotenos. Es suficiente lavarlas para eliminar cualquier rastro de insecticidas que puedan contener.

En cuanto a su preparación, existen diversas formas de cocinarlas que pueden cambiar la percepción de quienes las consideran polémicas en la cocina. Pueden saltearse junto con jamón, panceta o champiñones para una opción no vegetariana. Otra alternativa es asarlas en el horno con ingredientes como miel y mostaza, cebolla caramelizada o arándanos para darles un toque dulce.

Por último, también se pueden cocinar al vapor y acompañarlas con una salsa tradicional a base de mostaza, mantequilla y un toque de vinagre.

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