La celiaquía es una enfermedad anto inmune que hace que los pacientes reaccionen contra una proteína llamada gluten que interfiere en la alimentación de las personas. Ana Claudia Leyton, técnica en seguridad alimentaria de la ONG “Acción contra el Hambre”, explica un poco más sobre esta enfermedad.

“El consumo de gluten para estas personas va a ocasionar una intolerancia a lo largo de la vida, pues el gluten se encuentra en el trigo, la cebada y el centeno, y sus derivados. Lo que produce esta proteína en los celiacos es una atrofia en las vellosidades en el intestino delgado, que son los encargados de absorber nutrientes, ocasionando la mala absorción de minerales, vitaminas, grasas y carbohidratos contenidos en los alimentos”, comenta la nutricionista.

- Puede producirse por factores genéticos.

- Puede presentarse a cualquier edad.

- Pueden estar predispuestas a contraer la celiaquía.

- Influyen los factores medioambientales.

Según Leyton, el único tratamiento para el celíaco es la dieta sin gluten para toda la vida. Esto ayudará a que los síntomas desaparezcan y que las vellosidades intestinales se reparen.

“Una opción de dieta empieza por eliminar productos que tenga como ingrediente trigo, cebada, centeno y avena. También eliminar productos derivados de estos cereales como la harina, la sémola, el pan, la pasta y productos de repostería. Esto será todo un reto para la persona, pues en la práctica habrá situaciones donde uno ingiere de manera involuntaria el gluten por contaminación con derivados de esta proteína o por información poco precisa en el etiquetado de los productos. Es importante que la dieta del celiaco se base en alimentos naturales, evitando los que están manipulados por la industria”, destaca la especialista.

Por otro lado, en los supermercados los productos tienen específicamente un símbolo indicado para celíacos. Los alimentos naturales como leche, carnes, pescado, huevos, frutas, verduras, hortalizas, legumbres y cereales sin gluten como el arroz y el maíz son los más recomendados. Si hay dudas de que un producto tiene gluten o no, lo mejor es no consumirlo.

Por Laura Espinoza Busato / El Comercio GDA