Redacción El País
Más allá de su dulce y sabroso gusto, la granada es una fruta excepcionalmente rica en antocianinas, flavonoides y elagitaninos, compuestos que le otorgan una notable capacidad de protección frente a bacterias, parásitos y radiación ultravioleta.
Tiene un gran poder antioxidanteademás: en la mayoría de los estudios se recomienda el consumo de su jugo y se le equipara al arándano y al té verde en términos de poder antioxidante. Consumir un vaso de jugo de granada al día se ha asociado con una reducción en el riesgo de enfermedades cardiovasculares, ya que aporta una concentración de antioxidantes significativamente mayor que otras frutas, llegando incluso a triplicar la cantidad presente en el té verde y el vino.
Los antioxidantes son una influencia positiva los vasos sanguíneos, reduciendo la rigidez arterial causada por la oxidación del colesterol. También contribuyen a regular la presión arterial y disminuyen la acumulación de LDL o colesterol "malo".
Por otro lado, protegen diversos órganos y tejidos de enfermedades degenerativas, demostrando ser efectivos contra el cáncer de colon, mama y piel. Además, se ha observado que en personas operadas de cáncer de próstata, la evolución de tumores recurrentes es más lenta, y en individuos sanos, actúa como medida preventiva.
En lo que respecta a las propiedades conferidas por los taninos, es importante destacar su efecto antiinflamatorio en la mucosa digestiva, lo que lo convierte en una opción útil en casos de diarrea. Además, el ácido cítrico presente alcaliniza la orina, desinfecta y potencia la acción del ácido málico y la vitamina C. No podemos dejar de mencionar que la granada es una fuente rica en minerales como fósforo, manganeso, potasio, magnesio, hierro y calcio.
Beneficios de la granada
La granada ofrece una serie de beneficios para nuestro organismo gracias a sus propiedades. Si bien ya hemos mencionado su capacidad para reducir el colesterol LDL, esta no es su única ventaja.
Aquí, una breve lista de sus ventajas
—Combate trastornos gastrointestinales: Debido a su riqueza en taninos, favorece la absorción de agua, lo que la convierte en una aliada contra problemas intestinales como el dolor estomacal y la diarrea. Asimismo, puede contrarrestar la dispepsia y los parásitos intestinales.
—Mejora la fertilidad y es afrodisíaca: Según la antigua mitología griega, Afrodita plantó el primer granado. Un estudio de la Universidad de Edimburgo señala que la granada incrementa los niveles de testosterona en un 30 %. Consumir su jugo de manera regular ha demostrado mejorar el estado de ánimo y el deseo sexual tanto en mujeres como en hombres. Por otro lado, existen investigaciones que sugieren una mejora en la función eréctil, comparándola incluso con los efectos del Viagra. Además, aumenta la movilidad y la cantidad de espermatozoides.
—Favorece la salud del corazón: La granada purifica la sangre y mejora el flujo sanguíneo, contribuyendo a mantener los niveles de colesterol bajo control.
—Mejora la apariencia de la piel: Sus potentes antioxidantes y las vitaminas del grupo B que contiene ayudan a mantener la piel joven y saludable. Previene la hiperpigmentación y la presencia de ácido punícico hidrata la piel más seca. Además, estimula el crecimiento del cabello y fortalece las uñas.
—Refuerza el sistema inmunológico: Un vaso de jugo de granada fresco estimula el sistema inmunológico y promueve la presencia de probióticos beneficiosos en el organismo.
—Previene la pérdida de memoria: Es una aliada perfecta para combatir problemas de memoria al tiempo que estimula el proceso de aprendizaje, favoreciendo una salud neurológica óptima.
Contraindicaciones;
Las personas en tratamiento farmacológico para controlar y reducir la presión arterial deben ser precavidas al consumir jugo de granada. Esto se debe a que puede tener efecto hipotensor. Además, un consumo excesivo de granadas puede ocasionar mareos debido a su alto contenido de alcaloides. Aunque esta fruta ofrece una amplia gama de beneficios para la salud, es importante recordar que su consumo en conjunto con ciertos medicamentos puede representar un riesgo. Por esta razón, se recomienda consultar con un médico o farmacéutico antes de incorporarla a un régimen de tratamiento médico establecido.