Nathalia Gómez Parra, El Tiempo/GDA
La nutrición en los primeros años de vida es fundamental para mantener una buena salud y reducir el riesgo de enfermedades en la adultez. De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), las verduras, como el kale, contribuyen en la creación de defensas en el organismo.
"Las verduras son ricas en vitamina A, calcio, hierro y ácido fólico, lo que puede promover la buena salud, fortalecer el sistema inmunológico del niño y ayudar a protegerse contra enfermedades", afirma el organismo en su portal.
Según la nutricionista Laura Arranz, profesora asociada en el Departamento de Nutrición, Ciencias de la Alimentación y Gastronomía de la Universidad de Barcelona, el kale tiene múltiples propiedades beneficiosas para la salud.
“Es un alimento que almacena gran cantidad de nutrientes y muy pocas calorías”, señala en la experta en su libro 'Kale: el superalimento que puede ayudarte a mejorar tu alimentación de salud', publicado en 2017.
Beneficios del kale.
Este vegetal tiene componentes carotenoides y vitaminas A, C,K, además de contener varios minerales como magnesio, fósforo, hierro y potasio.
Gracias a sus componentes vitamínicos, puede ayudar al buen funcionamiento de la vista y al fortalecimiento del sistema inmune, factores esenciales y necesarios en el desarrollo óptimo de los niños. Además, la presencia de minerales contribuye a la consolidación de su sistema óseo, lo que beneficia al menor en sus actividades físicas y deportivas, según 'Mayo Clinic'.
Por otro lado, la presencia de carotenoides favorece la salud mental y cerebral, ya que tiene un efecto antioxidante que ayuda a reducir el riesgo cardiovascular.
El kale puede comerse crudo, en ensaladas y batidos de fruta, o cocinado, al igual que cualquier otra verdura de hoja.