Redacción El País
El reemplazo de las grasas dañinas, como las saturadas y trans, por opciones más saludables como las grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas, representan un gran beneficio para el corazón. En este sentido, a la hora de cocinar, es preferible optar por aceites vegetales no tropicales en lugar de grasas sólidas como la manteca o aceites hidrogenados.
De igual manera, se sugiere evitar aceites tropicales como los de palma y de coco, puesto que contienen altos niveles de grasas saturadas, según indicó la Asociación Estadounidense del Corazón (AHA, por sus siglas en inglés).
A continuación, se listan los aceites de cocina recomendados por la AHA por su alto contenido de grasas más saludables y su baja proporción de grasas saturadas:
- Canola
- Cártamo
- Girasol
- Maíz
- Maní
- Oliva
- Soja
También se recomienda considerar las mezclas de estos aceites, que frecuentemente se comercializan como "aceite vegetal", así como los sprays de cocina a base de estas mezclas. Además, aceites especiales como el de palta, de semilla de uva, de germen de arroz y de sésamo pueden ser saludables, aunque suelen tener un precio más elevado o ser más difíciles de encontrar.
Al seleccionar aceites, es prudente elegir aquellos con menos de 4 gramos de grasa saturada por cucharada y evitar los aceites parcialmente hidrogenados o las grasas trans, indicó la AHA. Vale la pena probar diferentes aceites para descubrir qué sabores se prefiere y tener en cuenta que algunos se adaptan mejor a ciertos tipos de cocción.
Los aceites saludables pueden usarse de la misma manera que las grasas sólidas:
- En la preparación un condimento propio para ensaladas y salsas
- Para cocinar a la parrilla, saltear, hornear o asar la comida
- Como antiadherente de ollas y sartenes
- Dotar de sabor a las comidas al untarlas o rociarlas
- Para "curar" utensilios de cocina de hierro fundido
- Como sustituto de la manteca o grasas sólidas en recetas
Algunos consejos para el uso de aceites saludables en la cocina son los siguientes:
- La mayoría de los aceites mencionados son aptos para cocinar a altas temperaturas como en el salteado o la fritura en sartén. Sin embargo, se desaconseja la fritura profunda
- Los aceites se degradan al alcanzar su punto de humeo. Si un aceite comienza a humear o prende fuego, debe descartarse y empezar de nuevo
- No utilizar aceite que tenga mal olor. La oxidación puede provocar un aroma característico y es señal de que el aceite ya no es seguro para el consumo
- Evitar reusar o recalentar el aceite de cocina
- Comprar aceite en recipientes pequeños para minimizar el desperdicio y almacenarlo en un lugar oscuro y fresco, para prolongar así su frescura y conservación
Este contenido fue hecho con la asistencia de inteligencia artificial y verificado por un periodista de El País.