Redacción El País
La neuronutrición, una rama de la ciencia que estudia cómo los nutrientes influyen en el cerebro, revela que lo que comemos no solo afecta nuestra salud física, sino también nuestro rendimiento cognitivo, estado de ánimo y capacidad de memoria.

Una dieta rica en nutrientes esenciales puede mejorar significativamente la salud del cerebro. Los pescados grasos, como el salmón y las sardinas, son excelentes fuentes de ácidos grasos omega-3, cruciales para la función cerebral. Las nueces y las semillas, llenas de antioxidantes y vitamina E, protegen contra el deterioro cognitivo. Las bayas, como arándanos y frutillas, combaten el estrés oxidativo. Las verduras de hoja verde, como la espinaca y la kale, aportan vitaminas y minerales esenciales. Finalmente, el cacao en el chocolate negro mejora el flujo sanguíneo cerebral y la función cognitiva.

En contraste, dietas altas en azúcares y grasas saturadas pueden tener efectos perjudiciales, aumentando el riesgo de enfermedades neurodegenerativas y problemas de memoria.

Según los resultados de un estudio, publicados por la revista Nutritional Neuroscience, los investigadores notaron que ciertos cambios que se producían en los neurotransmisores y en el volumen de materia gris de las personas con una dieta deficiente estaban relacionados con la rumiación, que es parte de patologías relacionadas con la salud mental como son la ansiedad y la depresión.

Compararon las reacciones cerebrales de 30 voluntarios a las de otras personas que mantienen una dieta mediterránea, una de las más saludables.

El doctor Piril Hepsomali, de la Universidad de Reading, dijo en declaraciones a los medios que "las personas que siguen una dieta poco saludable -con alto contenido en azúcar y grasas saturadas- tienen desequilibrada la neurotransmisión excitatoria e inhibitoria, así como reducido el volumen de materia gris en la parte frontal del cerebro. Esta parte del cerebro está implicada en problemas de salud mental como la depresión y la ansiedad".

Azúcares refinados: El consumo excesivo de azúcar puede llevar a la inflamación del cerebro y afectar negativamente la memoria y el estado de ánimo.

Grasas trans: Presentes en alimentos procesados y fritos, las grasas trans pueden causar inflamación y daño a las células cerebrales.

Alimentos ultraprocesados: Productos como snacks empaquetados, comidas rápidas y refrescos contienen aditivos y conservantes que pueden perjudicar la función cerebral.

Alcohol en exceso: El consumo excesivo de alcohol puede llevar a una disminución en el volumen cerebral y deterioro cognitivo.

Edulcorantes artificiales: Algunos estudios sugieren que edulcorantes como el aspartame pueden afectar negativamente la salud mental y el rendimiento cognitivo.

Alimentos altos en sodio: Dietas ricas en sal pueden causar hipertensión, lo que a su vez puede afectar el flujo sanguíneo al cerebro y su salud general.

Carbohidratos refinados: Alimentos como pan blanco, pasta y arroz blanco pueden causar picos de azúcar en sangre, lo que puede dañar el cerebro a largo plazo.

Carnes procesadas: Productos como salchichas, tocino y embutidos contienen conservantes y aditivos que pueden ser neurotóxicos.

Comida rápida: Su alta concentración de grasas trans, azúcares y sodio puede contribuir a problemas de memoria y dificultades cognitivas.