La Nación - GDA
Los buenos hábitos de la higiene dental forman parte esencial del cuidado de la salud en general. Sobre esto, los expertos recomiendan realizar una consulta periódica con el odontólogo, además del cepillado diario y el uso del hilo dental. De todas formas, existen algunas cuestiones que pueden perjudicar los dientes, como la ingesta de algunos alimentos.
Cabe destacar que las afecciones dentales no solo impactan la cavidad oral, sino que pueden desencadenar complicaciones severas en otras partes del organismo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) explica que la mayoría de las enfermedades bucales son prevenibles y manejables mediante prácticas de higiene adecuadas, visitas periódicas al dentista y una dieta equilibrada.
Pese a que los caramelos y dulces siempre fueron conocidos como los enemigos de los dientes, la dentista Whitney DiFoggio le dijo que a CBS News que “no son solo las golosinas azucaradas las que suponen un riesgo. Algunos culpables menos sospechosos pueden ser igualmente dañinos”.
Lo que hay que evitar para cuidar los dientes:
1. Bebidas azucaradas o ácidas
A este tipo de bebidas se las conoce por ser extremadamente dañinas para la salud dental. Como es sabido, el azúcar provocar la formación de caries, por lo que las bebidas que contienen altos niveles de azúcar, como los refrescos, las deportivas, las energéticas y algunos jugos de frutas, crean un ambiente ideal para las bacterias cariogénicas en la boca.
Estas bacterias, conocidas como Streptococcus mutans, metabolizan el endulzante y producen ácidos como subproductos. Estos ácidos atacan y desmineralizan el esmalte dental, lo que conduce a la formación de caries. Según Lana Rozenberg, dentista cosmética, el azúcar de estas bebidas se queda entre los dientes y es muy perjudicial porque fomenta este proceso de desmineralización, llamándolos “los mayores culpables”.
Por otro lado, muchas bebidas populares son ácidas, incluyendo el café, el vino y los jugos de frutas. Esta acidez puede erosionar el esmalte dental, que es la capa protectora más dura del diente, vulnerable a la erosión ácida. Cuando el esmalte se desgasta, los dientes se vuelven más susceptibles a las caries y la sensibilidad dental.
2. Alimentos pegajosos
“Los alimentos pegajosos tienen una textura que les permite adherirse a los dientes durante períodos prolongados, lo que dificulta su limpieza y, por lo tanto, presenta un mayor riesgo de caries”, explicó DiFoggio, quien dejó en claro que no solo son las gomitas, sino también otros productos que son considerados saludables, como las frutas secas. Por esto mismo, la recomendación es consumir estos en su justa medida, y así evitar que se vuelvan perjudiciales para la salud.
Las áreas donde los alimentos pegajosos se adhieren se convierten en puntos críticos para la acumulación de placa bacteriana. Por ende, este alto contenido de azúcar, junto con su capacidad para adherirse a los dientes, los convierte en un riesgo significativo para la salud dental.
3. Carbohidratos fermentables
Por último, aparecen los carbohidratos fermentables, presentes en alimentos como el pan, la pasta, las papas fritas y las galletas saladas, que son perjudiciales para la salud dental, teniendo en cuenta que se descomponen rápidamente en azúcares simples cuando entran en contacto con la saliva. Este proceso comienza en la boca, donde las enzimas salivales, como la amilasa, descomponen los almidones en moléculas de azúcar más pequeñas. Según DiFoggio, estos azúcares proporcionan una fuente inmediata de alimento para las bacterias cariogénicas. Estos alimentos tienden a adherirse a los dientes y quedar atrapados en los espacios interdentales y en las grietas dentales, lo que foment la aparición de bacterias.
Se conoce a las bacterias cariogénicas Streptococcus mutans como las que metabolizan los azúcares provenientes de los carbohidratos fermentables y producen ácidos como subproductos, que desmineralizan el esmalte dental, llevando a la formación de caries. El ambiente ácido creado por la actividad bacteriana es especialmente dañino para los dientes. Luego, similar a lo que pasa con los alimentos pegajosos, estos carbohidratos fermentables que se adhieren a los dientes son difíciles de eliminar por completo con el cepillado y el uso del hilo dental. La dificultad en la limpieza permite que los azúcares permanezcan en la superficie dental y en los espacios interdentales por más tiempo, incrementando la probabilidad de daño.
Cómo prevenir
Los expertos dejaron en claro que no es necesario erradicar por completo de la dieta estos alimentos si se desea consumirlos, pero sí hay algunas recomendaciones que pueden ayudar a evitar problemas dentales:
Consumir otros alimentos después: “Comer alimentos fibrosos y más saludables, como manzanas o zanahorias, después de consumir alimentos azucarados o pegajosos puede ayudar a limpiar los dientes de forma natural”, reveló DiFoggio. Esto pasa debido a que la textura fibrosa y crujiente estimula la producción de saliva, lo que también contribuye a limpiar los dientes y a neutralizar los ácidos en la boca.
Tomar agua: consumir agua mientras se come ayuda a arrastrar las partículas de alimentos y los azúcares, reduciendo su adhesión a los dientes.
Masticar chicle: este último puede ser realmente útil, ya que esta acción estimula las glándulas salivales, aumentando significativamente la producción de saliva, lo que colabora para eliminar los restos de comida y a neutralizar los ácidos en la boca de manera más efectiva.