Redacción El País
Los suplementos de aceite de pescado, como el Omega 3, son comunes y se pueden conseguir en cualquier farmacia. Sus publicidades prometen que ayudan a mejorar la saluddel corazón y el cerebro, o las articulaciones, los ojos y el sistema inmunitario. Pero, según un nuevo estudio, esto no sería tan así.
Por estos días se publicó un estudio en la revista científica JAMA Cadriology cuyos resultados muestran que si bien quienes comen pescado y frutos de mar regularmente son menos propensos a morir de cardiopatías, los suplementos no aportan los mismos beneficios.
"Sabemos, a partir de unos grandes ensayos aleatorios recientes, que los complementos de aceite de pescado no previenen la enfermedad cardiaca en la población general, pero son uno de los complementos de consumo más común, que con frecuencia toman personas que todavía creen que son beneficiosos para el corazón", dijo la autora principal del estudio, Joanna Assadourian, estudiante de cuarto año de medicina de la Facultad de Medicina de la Universidad del Suroeste de Texas (UT Southwestern), en Dallas.
Según recoge The Washington Post, los investigadores analizaron las etiquetas y los prospectos de al menos 2000 suplementos que se adjudican beneficios para la salud, y descubrieron que más del 80% recurre a lo que se conoce como “afirmación de estructura y función”, descripción general del rol de los ácidos grasos Omega-3 en el cuerpo, como que “fomenta la salud del corazón” o que “ayuda al corazón, la mente y el estado de ánimo”. De esas afirmaciones, las más abundantes (62%) son referidas a la salud cardiovascular.
El aceite en cuestión contiene ácidos grasos Omega-3, ácido eicosapentaenoico (EPA) y ácido docosahexaenoico (DHA), que está en forma natural en pescados grasosos, como el salmón. Los altos niveles de esos Omega-3 han sido vinculados con un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares, pero como señalan varios expertos, esos hallazgos observacionales se basan en las cantidades de Omega-3 presentes en la dieta de una persona, y no en el consumo de suplementos. De hecho, dos recientes y extensos estudios clínicos mostraron que estos productos que se comercializan no mejoran la salud cardiovascular.
Ann Marie Navar, profesora adjunta de Cardiología del Centro Médico Southwestern de la Universidad de Texas, otra de las principales autoras del nuevo estudio, dijo que a lo largo de la investigación se "alarmaron" al comprobar que las etiquetas de los suplementos suelen incluir afirmaciones sobre sus beneficios para una amplia variedad de órganos del cuerpo, incluidos el corazón, el cerebro y los ojos. “No me sorprende que mis pacientes crean que el aceite de pescado les hace bien”, dijo.
Es preocupante que los fabricantes de suplementos de aceite de pescado señalen una cantidad de beneficios para la salud, porque la evidencia no lo respalda, señala Luke Laffin, cardiólogo de la Clínica Cleveland, que no participó en el estudio. "Si realmente pensáramos que aporta beneficios, todos los cardiólogos lo estaríamos recetando”, ostuvo Laffin.
El cardiólogo dijo que suele alentar a sus pacientes a que incorporen esos ácidos grasos Omega-3 a través de su dieta. Pescados como el salmón y la caballa, las semillas de lino y de chía son ricos en Omega-3, y agrega que consumirlos es parte de un patrón dietético saludable, “algo sumamente importante si lo que buscamos es preservar la salud cardiovascular”.
“Como cardiólogos, queremos que la gente tome medicamentos que realmente sirven, y no cosas que no los van a ayudar”, detalló Laffin.