Obesidad: expertos acuerdan catalogarla como enfermedad y recomiendan no se diagnostique solo por el I.M.C.

La Comisión de diabetes y endocrinología de The Lancet señaló que hay que considerar otros parámetros para dignosticar y tratar la enfermedad

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En Canadá descubren una de las causas del sobrepeso
Foto: Pxfuel.

Uno de los principales problemas de salud de la humanidad requiere más que mirar el Índice de Masa Corporal (I.M.C.) o tomarlo como único criterio para su diagnóstico; hacerlo puede subestimar y sobreestimar la adiposidad y dar información inexacta sobre la salud de una persona lo que incidirá sobre ese individuo, pero también en los enfoques médicos de atención y en el diseño de políticas de salud.

Aunque todavía hay quienes debaten si la obesidad es una enfermedad, los 58 expertos de la Comisión de diabetes y endocrinología de The Lancet saldaron el asunto. Esta comisión definió los nuevos criterios para su diagnóstico y sí, clasificó a la obesidad como una enfermedad, porque considera que el exceso de adiposidad afecta directamente a la función de órganos y tejidos, pese a que hay varios movimientos de detractores de la obesidad.

Los expertos remarcaron que el índice de masa corporal (IMC) —una relación entre el peso y el cuadrado de la talla— tiene importancia epidemiológica y permite realizar intervenciones en salud, pero no puede ser el único parámetro para determinar si alguien es obeso.

Al ser una relación talla-peso, este índice no explica la la composición corporal de alguien; además hay pacientes con números similares de I.M.C. y, sin embargo, uno puede ser diagnosticado con obesidad  (por su exceso de tejido adiposo) y el otro, con el mismo I.M.C, ser un deportista con gran desarrollo de la masa muscular.

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Qué considerar para diagnosticar obesidad

Desde hace tiempo, se aconseja a los profesionales de la salud observar otros parámetros para el diagnóstico de obesidad, como por ejemplo, el porcentaje de grasa corporal (entre otras medidas antropométricas).

Las pautas acordadas este año por los expertos, tuvieron un grado de acuerdo entre el 90% y 100% y la definición de obesidad como enfermedad fue aprobada por 76 asociaciones de obesidad en el mundo.

La obesidad se define hoy como una condición caracterizada por un exceso de tejido adiposo; con o sin distribución o función anormal, con causas multifactoriales y que aún no se comprenden por completo.

Se recomienda utilizar el IMC como medida a nivel poblacional, su utilidad sería epidemiológica y para investigaciones. Sin embargo a nivel individual, para definir a una persona como obesa se requieren más medidas.

El exceso de adiposidad debe confirmarse mediante la medición directa de la grasa corporal (si el método está disponible). Una forma de conocer esta medida es la bioimpedancia y es accesible a la consulta clínica.

Otra opción es valorar algunos de los índices antropométricos, tales como circunferencia de la cintura, índice cintura-cadera o índice cintura-altura. Todos los índices deben ser adecuados al sexo, raza y etnia.

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Lograr que la balanza nos muestre progresos de manera sostenible es el desafío más grande.
Foto: Pxhere.

La obesidad se subdivide en dos categorías.

  • A. Obesidad clínica:
    Se define como enfermedad sistémica, crónica, caracterizada por alteraciones en la función de los tejidos, órganos, todo el individuo o una combinación de ambos debido al exceso de adiposidad. La comisión de expertos plantea que la obesidad es clinica y constituye una enfermedad si el exceso tejido adiposo disfuncionante genera daño en otros órganos diana. Por ejemplo, cardiopatía isquémica, enfermedad cerebro vascular, accidente, insuficiencia renal, etcétera.
  • B. Obesidad preclínica:
    Se define como una condición donde hay un exceso de tejido adiposo, pero con función conservada. En este caso el exceso del tejido adiposo no genera repercusiones en otros tejidos u órganos diana, pero se advierte que son pacientes con mayor riesgo de desarrollar diabetes mellitus o hipertensión, entre otras enfermedades.

En suma, para realizar el diagnóstico de obesidad clinica la persona debe presentar un exceso de tejido adiposo y además cumplir con uno de los dos siguientes criterios:

1. Evidencia de anomalías en la función de órganos o tejidos ocasionado por la obesidad (es decir, signos, síntomas o pruebas diagnósticas que muestren anomalías en la función de uno o más tejidos o sistemas de órganos)

2. Limitaciones sustanciales ajustadas por edad de las actividades como la movilidad, otras actividades básicas de la vida diaria por ejemplo bañarse, vestirse, ir al baño, continencia y comer.

Aún queda mucho por conocer de la obesidad y —sobre todo—estamos lejos de encontrar el tratamiento que solucione el principal problema de salud de la humanidad. Sin embargo, parece estar claro que una condición tan compleja y multifactorial no se solucionará con una píldora. La base para el cambio serán los cambios en el estilo de vida. Si una persona mantiene una buena alimentación, realiza actividad física y tiene una conducta alimentaria acorde su predisposición genética y metabólica, seguramente logrará mantener un peso saludable.

Este consenso y las nuevas definiciones ayudan al accionar médico y seguramente también a la percepción que tiene la población sobre la obesidad. No todo exceso de tejido adiposo constituye una enfermedad, sí hay que aclarar a la población que un exceso de adipocitos puede predisponer a desarrollar enfermedades.

En lo asistencial, los médicos deberán ser más finos a la hora de realizar el diagnóstico de obesidad, buscar causas predisponentes y realizar una valoración más completa e integral.

Las personas que cumplan con los criterios de obesidad clínica, deberán recibir un tratamiento basado en la evidencia que tendrá como uno de sus objetivos, el descenso de peso. En tanto, cuando se determine una obesidad pre clínica, los pacientes deben recibir asesoramiento que modifique su estilo de vida para evitar la evolución a la obesidad clínica.

*Leonardo Sande es doctor en medicina, intensivista, diplomado en Obesidad y trastornos alimenticios, director de Clínica Sande, vicepresidente de la Asociación Panamericana de Obesidad.

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