El Comercio/GDA
Nativa de Europa oriental y Asia occidental, la pera es una frutaque se ha consumido desde tiempos antiguos, pues esta fue uno de los alimentos preferidos de los reyes persas e ingleses. A lo largo de los siglos, la pera se ha cultivado y adaptado a diversas partes del mundo y, a diferencia de otras frutas, esta ha logrado captar la atención de miles de personas los 365 días del año, gracias a sus diversas presentaciones: pera asiática, Conference, Bartlett, Anjou, Bosc, Comice, entre otras, así como también por su contenido, ya que más del 80% de su peso es agua, por lo que prácticamente no contiene grasas y ayuda a mantener una buena hidratación.

La pera es una fruta que aporta diversos beneficios para la salud, puesto que es una rica fuente de fibra, específicamente, de pectina, así como de vitamina A, B1, B2, B3, B9, C, E y K, además, de ciertos minerales, incluyendo: magnesio, potasio, manganeso, fósforo, calcio y cobre y algunos compuestos antioxidantes.

Mejora la digestión. Una sola pera tiene la capacidad de proporcionar el 18% de los requerimientos diarios de ingesta de fibra que necesita el organismo, pues cuando se consume con la piel, actúa como agente de carga en los intestinos, generando así que el paso de los alimentos sea más fácil. De igual manera, como refiere Tatiana Zanin en el portal de salud Tua Saúde, estimula la secreción de jugos gástricos y digestivos, lo que hace que la comida sea más suave y digerible, así como regula los movimientos intestinales de forma natural y reduce las posibilidades de estreñimiento.

Promueve el sistema inmunológico. Gracias a su aporte de vitamina C y otros compuestos antioxidantes, como la epicatequina, la catequina y el ácido caféico, el consumo regular de la pera con cáscara, ayuda a aumentar las defensas del organismo, reduce la inflamación y contribuye en la producción de glóbulos blancos, los cuales son los encargados de proteger al organismo y evitar la aparición del resfriado común, la gripe y otras afecciones leves, explica Zanin.

Reduce la presión arterial. La pera es una buena aliada para mejorar la salud del corazón, debido a su contenido de potasio, pues este mineral es un vasodilatador que ayuda a reducir la presión arterial y la tensión, lo que evita que se formen coágulos o daños en el sistema cardiovascular, además, mejora el flujo de la sangre, permitiendo así que se oxigenen mejor los órganos. Igualmente, esta fruta es rica en fibras como la pectina, que favorece a la disminución del colesterol LDL, lo que previene la formación de placas de grasas en las arterias, las cuales pueden ocasionar enfermedades, como arterosclerosis, infartos y accidentes cardiovasculares.

Ayuda a perder peso. De acuerdo con la nutricionista, la pera ayuda a perder peso, ya que es una de las frutas más bajas en calorías, al igual que, que es una rica fuente de fibra que ayuda a disminuir el apetito y posee un efecto diurético, lo que ayuda a contrarrestar la retención de líquido en el organismo.

Previene el envejecimiento. Esta fruta también es muy buena para combatir los efectos del envejecimiento en la piel, dado que la combinación de la vitamina A con ciertos componentes, tales como la luteína y zeaxantina, actúan como antioxidantes que reducen las arrugas y las manchas de la edad. Adicionalmente, como precisa la especialista, puede ayudar a disminuir la caída del cabello y prevenir enfermedades de la visión, como la degeneración macular o la catarata.

Siempre es importante recordar que, aunque las peras son saludables, es fundamental llevar una dieta equilibrada y variada para obtener todos los nutrientes para el buen funcionamiento del organismo.