Redacción El País
Muchas personas encuentran complicado consumir la cantidad recomendada de fibra a través de su dieta diaria, que generalmente implica la ingesta de una amplia gama de frutas y verduras. Frente a esta dificultad, optan por recurrir a suplementos de fibra cada día para ayudarse a alcanzar sus necesidades nutricionales. Los suplementos más comunes en el mercado incluyen aquellos que contienen inulina, psilio —ingredientes activos en productos como Metamucil y Konsyl— y metilcelulosa —que se encuentra en Citrucel—.

La fibra desempeña un papel esencial en la dieta, puesto que fomenta la regularidad intestinal y combate el estreñimiento. También ejerce un efecto favorable sobre los niveles de colesterol en sangre y puede ayudar a controlar el apetito, lo que es útil para la gestión del peso corporal. No obstante, es esencial aclarar que la ingesta de fibra obtenida directamente de los alimentos sigue siendo la opción más recomendada. Al consumir frutas y verduras completas, no solo se adquiere fibra, sino una amplia gama de vitaminas esenciales, minerales y otros fitonutrientes que no se incluyen en los suplementos, indicó la nutricionista Katherine Zeratsky, de Mayo Clinic.

A pesar de los indudables beneficios que ofrece la suplementación de fibra, es importante reconocer y entender algún potencial efecto secundario, como la formación de gases e hinchazón abdominal. Estas molestias son especialmente comunes cuando se comienza a incluir estos suplementos en la dieta y tienden a disminuir con el tiempo. En términos de consideraciones sanitarias, la fibra suplementaria puede no ser adecuada para todos. Las personas que padecen de trastornos digestivos como obstrucciones intestinales o enfermedad de Crohn deben buscar el consejo de un profesional médico antes de añadir estos productos a su rutina diaria.

La interacción con medicamentos es otro aspecto a tener en cuenta. Los suplementos de fibra tienen el potencial de modificar la manera en que el cuerpo absorbe otros fármacos, lo que puede resultar en una alteración indeseada de su efectividad. Además, aquellos pacientes con diabetes deben estar alerta, puesto que la fibra puede influir en los niveles de glucosa y hacer que se requiera realizar ajustes en la medicación, advirtió Zeratsky.

Para quienes consideran comenzar a tomar suplementos de fibra en su rutina cotidiana, es prudente comenzar con dosis bajas para permitir que el sistema digestivo se adapte y así minimizar el riesgo de un malestar gastrointestinal. Las instrucciones de dosificación deben seguirse cuidadosamente, y es fundamental asegurarse de beber suficiente líquido cada día, lo que ayuda a la fibra a desplazarse por el aparato digestivo y evita la posible deshidratación o el bloqueo intestinal.

Los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés), sugieren un consumo diario de aproximadamente 38 gramos de fibra en hombres y de 25 gramos en mujeres.

Este contenido fue hecho con la asistencia de inteligencia artificial y verificado por un periodista de El País.