Por Rosana Decima
La alimentación cetogénica, actualmente más conocida como keto, se basa en eliminar o reducir al máximo los carbohidratos y hacer foco en el consumo de grasas y proteínas. Se puso de moda hace varios años entre quienes entrenan, ya que es buena para el rendimiento físico, pero también hay cada vez más personas que la practican para perder peso y como forma de prevenir y apoyar cuestiones puntuales de salud.
Lo central de esta dieta es que provoca un estado de cetosis: “Lo que hace la alimentación cetogénica es usar tus grasas como fuente de energía para el cuerpo. Esa es la gran definición, que trae un montón de beneficios arraigados”, explicó la coach ontológica especializada en nutrición y salud, osteópata bioenergética y cocinera María Vique.
La nutricionista Lorena Balerio, destacó la importancia de consultar a un profesional al momento de comenzar cualquier dieta, detalló que la keto es “la versión remixada y mejorada de las antiguas dietas Duncan o Atkins. Son dietas donde no se consumen carbohidratos, tratando de no exceder los 50 gramos al día, y se aumentan las cantidades de grasas y proteínas en el día; la diferencia positiva que tiene la keto es que se trata de fomentar el consumo de grasas saludables, es decir no porque sea grasa puede ser cualquiera”. Ejemplos de grasas saludables son: aceite de oliva, pescados, palta, frutos secos, entre otros. Los alimentos que en este plan son dejados de lado serían principalmente ultraprocesados, harinas refinadas, azúcar.
Explayándose sobre las ventajas de esta dieta, Vique agregó que más allá de que muchos la practican para bajar de peso, “tiene muchos beneficios porque es una alimentación antinflamatoria, y la mayoría de las enfermedades que sufrimos hoy por hoy son por inflamaciones”. Entonces, explicó, esta dieta es beneficiosa ante enfermedades autoinmunes como el asma, la diabetes, el colesterol. “Tenemos un sistema inflamatorio que nos protege o nos advierte. Lo que pasa que al estar dándole todo el tiempo cosas que lo mantienen inflamado, como el gluten o el azúcar, empiezan las enfermedades crónicas, la fibromialgia, depresión, ansiedad, insomnio, alergias, síndrome de ovario poliquístico, etcétera”, sostuvo.
Vique, fundadora deKeto Food, detalló que quienes siguen esta alimentación suelen comer dos o tres veces al día: los horarios ideales son el desayuno a las 11, el almuerzo a las 14 y la cena a las 19. Siempre cuando aún está la luz de día: “Tenemos un reloj interno, un sistema circadiano, y es algo natural dejar de comer cuando se pone el sol. La gente antiguamente lo hacía. No salía a cazar de noche, por ejemplo”, señaló. Añadió un asunto que a veces es polémico en el tema de la alimentación: el ayuno. Para la profesional es importante recordar que “estamos diseñados para pasar largos períodos de tiempo sin consumir alimentos, estamos diseñados para ayunar. Además, si uno al cuerpo no le da tiempo para que haga sus procesos, elimine toxinas, etcétera, se va llenando de cosas que no necesita”.
Qué comer en una dieta keto.
Al poner ejemplos de qué comer, lo que resaltó Vique es que debe tratarse siempre de “comida de verdad”, cuidando los ingredientes. Para el desayuno, “una costilla, huevos, o algo que de energía sería ideal”, dijo. Otras propuestas: omelette de jamón y queso con café; panes con harinas sin gluten y que no inflamen (por ejemplo de linaza o de coco). Como almuerzos o cenas: preparaciones con carne, huevos, pescados, mariscos, quesos, verduras, hongos, algas.
“La dieta cetogénica puede ser tan cara o económica como uno la pueda hacer”, concluyó Vique.