Milenka Duarte, El Comercio/GDA
El verano llegó y trajo consigo uno de los retos más importantes para nuestra salud: mantenernos hidratados. Según explicó Kate Patton, dietista de Cleveland Clinic, durante esta temporada la pérdida de líquidos a través del sudor aumenta debido al calor, elevando el riesgo de deshidratación. Pueden aparecer síntomas como sed excesiva, fatiga, mareo y confusión, lo que altera el funcionamiento normal del organismo.
La hidratación no solo es esencial para regular la temperatura corporal y mantener la piel fresca, sino que también es clave para lubricar las articulaciones, facilitar el transporte de nutrientes y eliminar los desechos. Además, una adecuada hidratación nos ayuda a prevenir enfermedades graves como el golpe de calor, especialmente en climas cálidos.
Aunque el agua es fundamental para combatir el calor, ¿sabías que hay una manera deliciosa y natural de complementar la hidratación? Las frutas y verduras se convierten en aliados perfectos para refrescarnos desde adentro, ya que, además de ayudarnos a reponer líquidos, también aportan vitaminas, minerales y antioxidantes esenciales para la salud.
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Como señaló Paola Rodríguez-Paiva, directora de la carrera de nutrición y dietética de la Universidad San Ignacio de Loyola (USIL), durante esta temporada el organismo se adapta a una serie de variaciones en la temperatura corporal, la presión arterial y la frecuencia respiratoria y cardíaca, lo que influye en nuestra conducta alimentaria llevándonos a preferir alimentos frescos, fríos, acuosos y jugosos.
“Beber agua fresca, idealmente a 15 °C, y en intervalos de 15 a 20 minutos (un vaso de 200 ml) facilita la rehidratación y el enfriamiento del cuerpo en temporadas calurosas. De igual manera, es importante complementar esta estrategia con alimentos ricos en agua, como frutas y vegetales frescos, ya que ayudan a cubrir las necesidades del organismo y a regular su temperatura en verano”, dijo.
¿Cómo influyen las frutas y verduras en nuestra salud durante el verano?
De acuerdo con Karen Velásquez Pérez, coordinadora de nutrición de la Clínica Ricardo Palma, durante el verano las frutas y verduras de temporada juegan un papel fundamental en el mantenimiento de nuestra salud debido a sus propiedades nutricionales. Estos son sus principales beneficios:
- Hidratación efectiva. Muchas frutas contienen altos niveles de agua, lo que las convierte en un excelente recurso para mantenernos hidratados en épocas de calor.
- Mejora del tránsito intestinal. El alto contenido de fibra presente en las frutas y verduras frescas es clave para regular el tránsito intestinal. Esto ayuda a prevenir problemas como el estreñimiento, que se vuelve más común en climas calurosos.
- Prevención de enfermedades crónicas. Su consumo regular reduce el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como la obesidad, la hipertensión, la diabetes y problemas cardiovasculares.
- Protección contra los efectos del sol. El sol y la radiación ultravioleta pueden dañar nuestra piel, pero las frutas y verduras de verano, ricas en antioxidantes como la vitamina C y la vitamina A, ofrecen una defensa natural. La vitamina C, con su potente acción antioxidante, protege las células de los daños causados por los radicales libres, mientras que la vitamina A favorece la regeneración de la piel.
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¿Cuáles son las frutas y verduras ideales para el verano?
Consumir frutas y verduras de diferentes colores no solo favorece a la hidratación y reposición de nutrientes, sino que también aporta antioxidantes que combaten el envejecimiento de la piel y el daño solar.
- Colores amarillos y naranjas
Ejemplos: Zanahoria, zapallo, melón, naranja, limón, papaya y lúcuma.
Beneficios: Ricas en vitamina C y ácido fólico, ayudan a prevenir defectos congénitos y enfermedades como el cáncer. Asimismo, contienen carotenoides, los cuales son importantes para la salud de la piel y la visión.
- Colores verdes
Ejemplos: Lechuga, apio, espinaca, acelga y brócoli.
Beneficios: Su color verde oscuro indica un alto contenido de folatos, clave para la función cerebral, así como también de antioxidantes como las vitaminas K, E, C y A, esenciales para la piel y la salud en general.
- Colores rojos
Ejemplos: Tomates, beterraga, fresa, sandía, cereza, ciruela y pimentón.
Beneficios: Son ricos en vitamina A, vitamina C, carotenoides, licopeno y en menor medida, vitaminas del complejo B. Además, aportan sodio y potasio, esenciales para reponer los electrolitos que se pierden a través de la sudoración.
- Colores azul y morado
Ejemplos: Arándanos, uvas y berenjena.
Beneficios: Son fuentes de minerales como potasio y magnesio, que también se pierden con la sudoración. Del mismo modo, aportan polifenoles y vitamina C, que contribuyen a la prevención de enfermedades cardiovasculares.
Lo ideal es consumir las frutas enteras o picadas y con cáscara, siempre que sea posible, para aprovechar su fibra. Aunque los jugos de frutas pueden ser una opción ocasional, es importante evitar los endulzantes ya que que esto añade calorías innecesarias y puede dificultar un buen control del peso. Una buena alternativa para disfrutar de ellas es utilizarlas para saborizar el agua. Por ejemplo, en una jarra de agua fría con hielo podemos colocar rodajas de frutas, como naranjas, fresas o toronjas. En cuanto a las verduras, es mejor consumirlas frescas, en ensaladas, para maximizar sus nutrientes.
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