El Tiempo / GDA
Originaria de América del Sur y consumida desde tiempos ancestrales, la yuca o mandioca se ha establecido como un pilar alimenticio en diversas culturas a nivel global.

Este tubérculo, arraigado en las tradiciones culinarias de países como Colombia, donde es clave en la preparación de platos típicos como sopas y sancochos, no solo es apreciado por su sabor, sino también por su valor nutricional y simbólico.

En sociedades indígenas prehispánicas, la yuca no era solo alimento, sino también un elemento espiritual, considerado un regalo de los dioses y utilizado en rituales importantes para celebrar la abundancia y la fertilidad.

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El consumo diario de mandioca puede transformar la salud, dado su alto contenido en nutrientes esenciales. Es rica en vitamina K, que protege los huesos y previene el desarrollo de la osteoporosis, y la vitamina C, que fortalece el sistema inmunológico.

Además, aporta vitaminas del complejo B, incluyendo tiamina, vitamina B6, riboflavina y ácido pantoténico, que son vitales para el metabolismo energético y la salud neuronal.

Este tubérculo contiene almidón resistente, según datos aportados en la revista 'Food Science and Technology' y citados por 'Mejor con Salud'. La particularidad es que "este tipo de almidón no se puede degradar ni absorber en el intestino delgado y llega intacto al colon", según lo detalla el portal mencionado anteriormente.

Los beneficios de la yuca se extienden a su contenido de minerales como el potasio, que ayuda a regular la presión arterial, y el hierro, que previene la anemia. Además, es una fuente excelente de fibra, lo que favorece la digestión y puede contribuir a mantener un peso saludable y reducir el riesgo de enfermedades cardíacas.

La yuca también destaca por sus carbohidratos complejos que se digieren lentamente, ayudando a mantener estables los niveles de azúcar en la sangre. Esto es particularmente beneficioso para las personas que buscan controlar su peso o que padecen de diabetes, ya que ayuda a evitar los picos de glucemia y los antojos repentinos.

Es crucial considerar la forma de preparación de la yuca para maximizar sus beneficios. Optar por métodos de cocción saludables como al vapor, hervida o asada es esencial para evitar el añadido de grasas innecesarias.

La yuca es naturalmente baja en grasa y no contiene gluten, lo que la hace ideal para aquellos que buscan una dieta libre de estas sustancias.

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Para asegurar su consumo seguro y minimizar posibles efectos adversos, es recomendable dejar la yuca en remojo durante varios días y cocinarla a fondo. Asimismo, es beneficioso incorporarla dentro de una dieta diversificada, combinándola con otras importantes fuentes de carbohidratos.