El Universal/GDA
Los cítricos, como por ejemplo las naranjas, limones mandarinas, son conocidos por su aporte de vitamina C y antioxidantes, lo que los convierte en aliados poderosos para la salud en tiempos época de frío.

Sin embargo, no todos pueden beneficiarse de estas frutas, ya que para ciertos grupos de personas su consumo podría ser perjudicial.

De acuerdo con la National Kidney Foundation, organización dedicada a la investigación de enfermedades renales, el potasio que contienen los cítricos puede interferir en la sangre, en ciertos medicamentos y en el tratamiento de diálisis.

Por lo anterior, si padeces alguna enfermedad renal deberás consultar a un médico sobre la ingesta de dichas frutas. El especialista te deberá indicar cuánta cantidad tolera tu organismo.

Otros grupos de personas que necesitan moderar el consumo de cítricos son:
- Personas con enfermedades crónicas de riñón o con trasplantes recientes.
- Luego de un trasplante de riñón lo mejor es evitar los cítricos (sobre todo naranjas, toronjas y mandarinas), ya que son los cítricos con más niveles de potasio. De igual manera, si padeces una enfermedad renal deberás moderarlos para que los riñones puedan desechar el potasio.
- Personas con reflujo. La National Kidney Foundation explica que los cítricos suelen ser ácidos y podrían aumentar la sensación de reflujo, provocando dolor, inflamación y malestar digestivo. Evítalos si tienes este problema o gastritis.
- Personas con alergia a los cítricos. Está por demás decirlo, pero si sufres de alergia a este tipo de frutas deberías descartar su ingesta. Así evitarás una reacción e intolerancia con síntomas como picazón, inflamación, erupciones cutáneas y hasta dificultad para respirar.
- Personas que consumen medicamentos para el colesterol o la presión. Pueden inhibir la acción de los medicamentos recetados para la reducción del colesterol o la presión arterial. ¿A qué se debe? El cítrico bloquea la enzima que metaboliza dichos fármacos, por lo que pierden su eficacia.
- Personas con diabetes. Por último, el consumo excesivo del jugo de naranja puede incrementar los niveles de azúcar en la sangre, según Ana Berenice de la Barrera Avilés, química del Programa Universitario de Alimentos (PUAL) de la UNAM.

Además, en su artículo la experta señala que al consumir la fruta en jugo se pierden diversas vitaminas y fibra debido a la oxidación que sufre. Por lo que es preferible comerla en porciones pequeñas y entera.

¡No todo es malo! Si estás fuera de los anteriores grupos, consumir cítricos te dará muchos beneficios. Uno de los más conocidos es el reforzamiento del sistema inmunológico debido a la vitamina C (poderoso antioxidante).

De igual manera, los antioxidantes poseen propiedades antiinflamatorias y protectoras contra el daño celular, favoreciendo los procesos de protección y sanación del cuerpo.

Y, debido a que los cítricos aportan pectina (fibra que ayuda a regular el tránsito intestinal, previene el estreñimiento, reduce el colesterol y controla la diarrea) son una excelente opción para el desayuno.

Finalmente, vale la pena recordar que estas frutas también tienen uso en la preparación de alimentos, agregando sabor, reemplazando al sodio y permitiendo que las carnes se ablanden.