El informe de las Naciones Unidas sobre el Panorama de la Seguridad Alimentaria y Nutricional 2022 muestra que el aumento de precios internacionales de alimentosexperimentado desde 2020, especialmente después del inicio del conflicto en Ucrania, y el alza en la inflación alimentaria que se encuentra por encima de la media general, han incrementado las dificultades para que las personas puedan acceder a una dieta saludable.
Rossana Polastri, directora regional del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola, sostiene que Latinoamérica y el Caribe es la región del mundo con la dieta saludable más costosa, “lo que afecta particularmente a las poblaciones vulnerables como los pequeños agricultores, mujeres rurales y poblaciones indígenas y afrodescendiente, las cuales destinan un mayor porcentaje de ingresos a la compra de alimentos”.
Los precios no son impedimento.
A pesar del panorama que retrata la crisis alimentaria en la que se han sumergido los países de rentas medias y bajas, especialistas en nutrición aseguran que es posible comer sano sin que esto perjudique el bolsillo de las personas.
Una dieta saludable fomenta, mantiene la salud y previene el riesgo de sufrir enfermedades derivadas o asociadas a su consumo. Por eso, más que una moda, comer saludable es considerado un acto de autocuidado en donde se conjugan factores tan importantes como la educación nutricional, la seguridad alimentaria y los recursos económicos de las personas.
Para la doctora Inés Morales, Directora del programa de Nutrición y Dietética de la Fundación Universitaria San Martín, el acceso económico influye, pero no es un limitante a la hora de tener una dieta saludable.
Por el contrario, el factor más importante es contar con la educación alimentaria y nutricional necesaria para seleccionar de forma adecuada y responsable aquellos alimentos que cubran las necesidades energéticas, proteicas y de micronutrientes de cada persona.
Si usted es uno de los interesados en iniciar o mantener una alimentación saludable a través de la realización de una dieta equilibrada en cantidad y calidad de nutrientes - que no afecte su economía personal- puede seguir las siguientes recomendaciones de la nutricionista:
1. Consuma alimentos locales: Esto favorece al ahorro y al reconocimiento de la soberanía alimentaria. Es vital incluir dentro de la dieta diaria alimentos que aporten proteína –leche, huevos, carnes, aves, peces-, hidratos de carbono complejos -cereales no refinados, tubérculos y raíces- frutas, vegetales y aceites de origen vegetal.
“Importante evitar el consumo de grasas trans, aquellas que por procesos industriales convierten los aceites de estado líquido a sólido agregándoles hidrógeno, como margarinas y mantecas. De igual forma, las grasas saturadas de origen animal que se encuentran presentes en estado sólido a temperatura ambiente en productos como carnes, leche entera y helados cremosos preparados con grasa láctea, las cuales no son beneficiosas para la salud”, explicó Morales.
2. Revise la información nutricional de los productos: Al momento de comprar, es fundamental revisar las etiquetas -especialmente de productos ultraprocesados, con azúcar adicionada o con altos niveles de sodio y sal- estos han venido presentando un mayor valor en el mercado debido a las estrategias implementadas para reducir su consumo.
3. Acuda a alimentos de temporada: El alza en los combustibles puede ser un factor determinante a la hora de definir el precio de los alimentos, esto debido al valor que requiere su transporte entre regiones o países, en el caso de productos importados. Por eso, una de las alternativas para la economía de su hogar es adquirir alimentos que se produzcan dentro o cerca de su territorio, lo cual facilita su disponibilidad y adquisición. Otra estrategia es aprovechar aquellos víveres en temporada que, debido a su alta producción, disminuyen su valor en el mercado.
4. Estilo de vida saludable: Es fundamental incentivar la práctica de un estilo de vida saludable e integral, donde prime la actividad física acompañada de dietas equilibradas, factores que minimizan el riesgo de sufrir enfermedades que exigen una alta inversión de dinero para su tratamiento, lo que al final, garantizará que el presupuesto del hogar se optimice.
Para saber elegir y comprar.
Con el objetivo de promover el consumo de frutas y verduras de estación en la dieta diaria de los uruguayos, cuya ingesta está por debajo de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) y el Mercado Modelo elaboran cada 15 días su “Lista Inteligente” –antes llamada Canasta Inteligente–, una selección de varias frutas y hortalizas que están en el tope de calidad y en gran cantidad por su estacionalidad.
La idea de esta lista es ayudar a la población a comprar, elegir y que sepan con qué criterios guardar en casa el producto.
En la última publicación la lista incluye ajo, calabacín, choclo, manzana, morrón, pera, rúcula, uva y zapallitos.
Con información de El Tiempo / GDA