Sal de mesa o sal marina: la clave para elegir cuál consumir está en un elemento

Este condimento que se suele utilizar para realzar el sabor de muchas preparaciones tiene varias presentaciones, con diferencias en sus procesos de elaboración.

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sal marina
Sal de mesa.
Foto: Unsplash

Redacción El País
La sal es un condimento indispensable en la gastronomía mundial que se presenta principalmente en dos variantes: la sal de mesa y la sal marina. Estas difieren sustancialmente tanto en su elaboración como en sus cualidades organolépticas, es decir, en su sabor y textura.

La sal de mesa

Este tipo de sal se extrae habitualmente de yacimientos subterráneos y su procesamiento incluye la eliminación de minerales adicionales. A menudo, se añade yodo para beneficiar la función tiroidea, indicó Katherine Zeratsky, nutricionista de Mayo Clinic. Es reconocible por su color blanco puro y su granulación fina, aspectos que se deben a los métodos de refinamiento a los que es sometida.

Además de su uso culinario, la sal de mesa también tiene otras aplicaciones. Por ejemplo, se utiliza en la conservación de alimentos, puesto que actúa como un agente deshidratante que ayuda a evitar el crecimiento de bacterias y prolonga la vida útil de los productos..

La sal marina

Esta sal se obtiene a partir de la evaporación de agua procedente de mares o lagos salados. Su proceso es menos intervencionista y, como resultado, mantiene ciertos oligoelementos que aportan matices tanto en su gusto como en su apariencia, con lo que se ofrece en una variedad de texturas que abarcan desde un grano fino hasta cristales más grandes, según explicó Zeratsky.

Además de su uso culinario, la sal marina también se utiliza en tratamientos de spa y terapias de relajación debido a sus propiedades beneficiosas para la piel y los músculos. Se le atribuyen propiedades desintoxicantes y exfoliantes para la piel, que ayudan a eliminar toxinas y células muertas, lo que la convierte en un ingrediente popular en productos de cuidado personal, como exfoliantes corporales y sales de baño.

A menudo, se atribuye a la sal marina cualidades más saludables en comparación con la sal de mesa. Sin embargo, desde una perspectiva nutricional, ambas contienen similares niveles de sodio por peso, lo que significa que su valor nutricional esencial es prácticamente equivalente.

La clave con el consumo de sal, independientemente de su origen, es la moderación. De acuerdo con las Pautas Alimentarias para Estadounidenses del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos (HHS, por sus siglas en inglés), se sugiere que el consumo de sodio sea limitado a menos de 2300 miligramos diarios, una cantidad equivalente a una cucharadita de sal de mesa.

Este contenido fue hecho con la asistencia de inteligencia artificial y verificado por un periodista de El País.

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