Redacción El País
Solo para arrancar: la semilla de sésamo es antiinflamatoria, reduce la presión arterial y ayuda a prevenir el cáncer. ¿Qué tal? Y eso que su tamaño es milimétrico.
El consumo de esta oleaginosa es altamente recomendado para pacientes con tendencia a la diabetes tipo 2 debido a su riqueza en nutrientes de alto valor biológico.
![Grisines con semillas de sésamo.jpg](https://imgs.elpais.com.uy/dims4/default/0dd6665/2147483647/strip/true/crop/1024x768+0+0/resize/1024x768!/quality/90/?url=https%3A%2F%2Fel-pais-uruguay-production-web.s3.us-east-1.amazonaws.com%2Fbrightspot%2F21%2F4e%2F170c40254fe5bc09604daf8d7050%2Fgrisines-con-semillas-de-sesamo.jpg)
Estas semillas están entre las frutas, verduras y hortalizas que más beneficios aportan para mantener el cuerpo y la mente en óptimas condiciones.
Originarias de la India y África, estas oleoginosas son muy utilizadas en la cocina oriental y poseen excelentes propiedades medicinales.
- Contienen un 50% de aceites saludables.
- Aportan grasas insaturadas, por lo que aportan a reducir los niveles de colesterol en la sangre.
- Poseen buenas cantidades de fibra, lo cual beneficia a la regulación intestinal.
- Son ricas en minerales como el magnesio, el fósforo y el zinc, y aportan calcio, esencial para la estructura de huesos y dientes.
- Son ricas en vitaminas del grupo B, lo cual fomenta el metabolismo energético.
- Contienen sesamina y sesamol, compuestos con propiedades antioxidantes.
Cómo consumirlas
Las semillas de sésamo machacadas o molidas son ideales para facilitar la digestión y la absorción de nutrientes. En su forma cruda, pueden ser espolvoreadas o añadidas a platos como ensaladas, pastas y arroces. También son excelentes sobre salteados de verduras.