Señales que indican que el café te cae mal y que muchas personas pasan por alto

La respuesta del cuerpo a la cafeína puede variar de una persona a otra, así como los efectos secundarios que pueden indicar que alguien debería moderar su consumo o evitarla por completo.

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Tomar café
Café de máquina.
Foto de John Schnobrich en Unsplash

La Nación/GDA
La experiencia cafetera no es la misma para todas las personas, pero es innegable que el café es una de las bebidas más demandadas a nivel global. La plataforma de investigación de mercados, Gitnux, destaca que la industria espera que el mercado mundial del café crezca a una tasa anual del 4,65% entre 2022 y 2027.

Con respecto a las cifras de la región, el Informe del café y sus perspectivas de la Organización Internacional del Café indica que Brasil es el líder del mercado en América del Sur y representa el 83,3% del consumo de café de la región en el los últimos años. Paralelamente, se señala que Argentina experimentó el crecimiento más acelerado en consumo, con un aumento del 15,2%, equivalente a 0,7 millones de sacos de café en el mismo período.

Quienes presentan intolerancia y/o sensibilidad a la cafeína, pueden presentar una amplia gama de síntomas horas después de su consumo. Algunas de las señales más habituales son las relacionadas con la indigestión o malestar estomacal. Sin embargo, existen otros malestares como dolor de cabeza, sensación de fatiga o agotamiento, malestar general, estreñimiento, dolor en las articulaciones y erupciones cutáneas, entre otros.

Esto último difiere de lo que es una alergia alimentaria por cafeína dado que este tipo de cuadros provocan síntomas como picazón en la piel, hinchazón de labios, cara y ojos.

El departamento de salud de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) explica que la cafeína es absorbida rápida y completamente por el cuerpo. De hecho, a los 45 minutos de beber una taza de café ya se encuentra absorbido el 99% de la cafeína que contiene y la institución estadounidense explica que dentro del cuerpo viaja desde el tracto digestivo hasta el torrente sanguíneo, donde puede alcanzar niveles máximos a los 15 minutos de su consumo.

Motivos por los que la cafeína puede caer mal

Luego de unas horas –explican– ciertas enzimas en el hígado comienzan a metabolizar o descomponer la cafeína de manera gradual mediante una serie de pasos. “En un adulto joven sano, el hígado tarda unas seis horas en reducir a la mitad la cantidad de cafeína circulante. Pero a medida que las personas envejecen, las enzimas involucradas en el metabolismo de la cafeína se vuelven menos eficientes lo que conduce a la tasa de eliminación más lenta”, señalan a la vez que destacan que factores como el embarazo, ciertos medicamentos y ser fumador, también pueden disminuir la velocidad con la que se metaboliza la cafeína.

La prestigiosa Clínica de Mayo afirma que la cafeína podría ser contraproducente en personas con problemas de presión arterial. Una de las hipótesis que baraja la institución es que lo mencionado ocurre luego de que la sustancia bloquee una hormona que ayuda a mantener las arterias dilatadas. Otra teoría es que la cafeína hace que las glándulas suprarrenales liberen más adrenalina, lo que hace que aumente la presión arterial.

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Mujer tomando café.
Foto: Freepik.

La Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. (FDA) aconseja que 400 miligramos de cafeína al día son generalmente seguros para la mayoría de las personas. Sin embargo, en los casos de pacientes con variaciones en la presión arterial la Clínica de Mayo sugiere limitar la ingesta a 200 miligramos al día.

Además, indican en estos casos evitar consumir la cafeína minutos antes de realizar actividades que aumenten naturalmente la presión arterial como el ejercicio, levantamiento de pesas o el trabajo físico intenso.

La Dra. Liliana Papalia , especialista en Nutrición y Obesidad de la Universidad Favaloro aclara que, en líneas generales, el consumo de café se recomienda en cantidades moderadas ya que “todo lo que sea en exceso siempre va a estar de alguna manera irritando o generando algún síntoma en las personas”.

La doctora destaca que a menos que se tenga alguna patología gástrica como una úlcera, hernia de hiato grave o algún tipo de afección en la cavidad bucal –que es donde el café más irrita– no hay contraindicaciones para la toma y el consumo de cafeína.

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El café sin azúcar mejora la memoria, dice un reciente estudio.
Foto: Flickr.

Aunque múltiples instituciones médicas señalan inseguro el consumo de cafeína en niños y adolescentes; especialmente se advierte sobre su mezcla con alcohol y otras drogas que pueden llevar a cuadros de salud de riesgo.

El estudio “Respuesta metabólica del cerebro humano a la cafeína y los efectos de la tolerancia” establece que los individuos intolerantes a esta sustancia experimentan malestar psicológico y fisiológico sustancial en respuesta a la ingestión de cafeína. “Se observaron aumentos significativos en el lactato cerebral –líquido que proporciona un sostén mecánico para el cerebro y contribuye a la remoción de productos metabólicos o de desecho– global y regionalmente específico en los sujetos”, se constata en el escrito.

En adición, se expresan como posibles señales de intolerancia/sensibilidad a la cafeína los siguientes:

  • Dolor de cabeza
  • Insomnio
  • Nerviosismo
  • Irritabilidad
  • Micción frecuente o incapacidad para controlar la micción.
  • Latidos cardíacos acelerados
  • Temblores musculares

El café que se toma en taza es producto de una semilla que porta la sustancia estimulante que es la cafeína, no obstante la Dra. Papalia hace énfasis en que algunos de los efectos secundarios de su consumo o su intolerancia podrían estar más vinculados al procesamiento del grano de café.

“Los ingredientes que se le agregan al café al ser envasado influyen en la sintomatología, por eso, uno puede llegar a tener efectos indeseados, pero más por los otros componentes que por la sustancia natural en sí”, dice.

La influencia genética

Un estudio de 2011 publicado por Oxford Academic revela que alrededor del 10% de la población es portadora de un gen relacionado con una mayor ingesta de cafeína. Es decir, que son capaces de consumir grandes cantidades de cafeína al final del día y no experimentar efectos secundarios indeseados como vigilia o la ansiedad.

Se trata del gen CYP1A2, que parece influir fuertemente en la sensibilidad que tiene el cuerpo frente a la cafeína. Esto ocurre porque ejerce control sobre una enzima que es responsable de descomponer la cafeína y eliminarla del cuerpo.

Los investigadores han encontrado dos variaciones del gen: una versión de metabolismo rápido y otra de metabolismo lento. Quienes heredan dos copias del gen de metabolismo rápido procesan el café cuatro veces más rápido que los de metabolismo lento. Estos últimos necesitan ser cuidadosos con el consumo de cafeína porque sus cuerpos la eliminan más lentamente y se ven más afectados por sus efectos estimulantes.

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