El Universal/GDA
Comer ligero antes de ir a la cama nos sirve para recuperar energía y contribuye a que tengamos un mejor descanso.

Muchas personas se saltan esta comida para "evitar ganar unos kilos". Sin embargo, hay alimentos que, además de saludables, nos brindan una sensación de saciedad y ello impide que aumentemos de peso.

Licuados de frutas:
Estas bebidas reúnen los nutrientes de diversos alimentos en uno solo. La mejor manera de preparar un licuado es con frutas y verduras, pues son fuente importante de fibra.

Dicho nutriente facilita el procedo de digestión. Además, es menos probable que sientas hambre después de poco tiempo, puesto que nos generan una sensación de saciedad. Frutas como la manzana o la banana son ricas en fibra.

Por otra parte, la lechuga, la acelga, las espinacas y las verduras de hoja verde también contienen altas cantidades de dicho nutriente. Los expertos recomiendan mezclar ambos alimentos junto con leche de almendras, soja o coco.

Brócoli:
La mayoría de las verduras sin almidón son otra opción segura para cenar. Así, el brócoli destaca por ser un alimento estrella en las dietas para adelgazar.

Al ser bajo en calorías y tener altas cantidades de fibra, se considera una verdura saciante que controla el peso y promueve un metabolismo saludable.

Se recomienda consumir brócoli hervido que aporta 5 g de fibra al organismo. Puedes acompañarlo con alguna carne blanca (como pollo). Eso sí, la carne deberá estar poco condimentada y no debe cocinarse con aceite.

Huevos:
Los huevos también son una alternativa saludable para la cena. Ya sea revuelto, hervido o en omelette, este alimento es fuente de proteínas y grasas saludables. Pueden saciar el hambre y, con ello, mantenernos en nuestro peso ideal.

La ingesta recomendada de huevo para una persona saludable es de 3 a 5 piezas a la semana, según la Fundación Española del Corazón. Mientras que las personas que tienen el colesterol alto deberán consumir de 2 a 3 piezas por semana.

Champiñones:
Los champiñones, más allá de ser ricos en potasio y fósforo, nos portan mucha fibra. Estos vegetales también previenen enfermedades digestivas.

Su contenido calórico bajo los hace el ingrediente perfecto de una cena para bajar de peso. A pesar de su tamaño, contienen altas dosis de vitamina B3, que mantiene sano el sistema nervioso, el sistema digestivo y la piel.