Redacción El País
Si bien la heladera se ha convertido en un electrodoméstico indispensable en nuestros hogares, muchas veces la llenamos de productos sin tener en cuenta las condiciones de conservación óptimas de cada uno.
Para ayudarte a optimizar el uso de tu heladera y evitar que tus alimentos se echen a perder, te presentamos una lista de siete alimentos que deberías desterrar del compartimento frío:
1. Bananas y frutas tropicales
Estas frutas tropicales, como la papaya, el mango o la piña, maduran mejor a temperatura ambiente. El frío de la heladera detiene su proceso de maduración y afecta su sabor y textura.
2. Chocolate
El chocolate es un alimento delicado que no tolera bien los cambios de temperatura. Si lo guardas en la heladera, puede desarrollar una capa blanca antiestética llamada "florecimiento graso" y perder su textura cremosa. Lo ideal es conservarlo a temperatura ambiente, en un lugar fresco y seco.
3. Tomates
Los tomates son sensibles al frío, que les quita sabor y textura. Además, en la heladera pierden su aroma característico. Lo mejor es conservarlos a temperatura ambiente, en una bolsa de papel para que absorba la humedad.
4. Huevos
Si bien los huevos necesitan un ambiente fresco para conservarse, no es necesario refrigerarlos si los consumes en un plazo de 5 a 7 días. Puedes guardarlos en la heladera en un recipiente en la parte posterior, alejados de alimentos con olores fuertes.
5. Cebollas y ajos
La humedad y el frío excesivos de la heladera hacen que las cebollas y el ajo se pudran más rápido. Lo ideal es conservarlos en un lugar fresco, seco y oscuro, a temperatura ambiente.
6. Papas
El frío de la heladera convierte el almidón de las papas en azúcar, lo que las hace pastosas y con un sabor desagradable. Además, favorece la aparición de manchas oscuras. Lo mejor es guardarlas en un lugar fresco, seco y oscuro, a temperatura ambiente.
7. Quesos curados
Si bien los quesos frescos como la mozzarella o el ricotta requieren refrigeración, los quesos curados como el parmesano o el manchego pueden secarse, agrietarse y perder sabor si se mantienen en frío durante mucho tiempo. Lo ideal es conservarlos a temperatura ambiente, en un lugar fresco y seco.
Recordá:
- Leer las etiquetas de los alimentos te dará información específica sobre su conservación.
- Ajustar la temperatura de la heladera entre 4 y 5 grados Celsius ayuda a preservar mejor los alimentos.
- Limpiar la heladera con frecuencia evita la proliferación de bacterias y moho.