Crista Rodríguez, El Universal/GDA
Las uvas, populares por su sabor dulce y su versatilidad en preparaciones culinarias, son una de las frutas más consumidas. Al ser ricas en antioxidantes y vitaminas, aportan numerosos beneficios para la salud.
Pero su piel porosa las hace susceptibles a acumular residuos de pesticidas, tierra y otros contaminantes. Por lo que es importante lavarlas y desinfectarlas antes de consumirlas. ¿No sabes cómo? Te compartimos el mejor método de limpieza para esta fruta.
¿Por qué debés lavar las uvas?
Al igual que muchas otras frutas, las uvas se cultivan en entornos que las exponen a una variedad de contaminantes como pesticidas, fertilizantes o microorganismos presentes en el suelo y el agua de riego. De acuerdo con la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA), lavar las frutas y verduras con agua ayuda a eliminar gran parte de los pesticidas, tierra y otros contaminantes que pueden adherirse a su superficie.
Debido a su tamaño y piel, las uvas requieren un proceso de limpieza especial para asegurar que sean aptas para el consumo y la prevención de ciertas enfermedades.
Tal como lo indica el sitio especializado News Medical Today, consumir frutas y verduras sin lavar puede incrementar el riesgo de contraer infecciones gastrointestinales, ocasionadas por bacterias como la Escherichia coli o parásitos como el Cryptosporidium.
¿Cómo lavar y desinfectar las uvas correctamente?
Según las recomendaciones del Centro Nacional de Información sobre Plaguicidas, es fundamental enjuagar las uvas bajo el chorro de agua fría mientras se frotan suavemente con los dedos para eliminar la suciedad.
No es necesario utilizar un cepillo. En cambio, podés emplear cualquiera de estos métodos con desinfectantes naturales:
- Vinagre blanco: sumergí las uvas en una solución de vinagre blanco con agua durante 10 o 15 minutos. El ácido acético de este producto ayudará a reducir la carga bacteriana y a eliminar residuos de pesticidas, sin alterar el sabor de la fruta.
- Bicarbonato de sodio: disolvé una cucharada de bicarbonato en dos tazas de agua y sumergí las uvas durante 15 minutos. El bicarbonato de sodio actúa como un limpiador suave y remueve los restos de pesticidas.
Después de la desinfección, es esencial enjuagar las uvas con agua fría para eliminar el excedente del vinagre blanco o bicarbonato de sodio. Luego, secalas sobre un paño o una toalla de papel.
Finalmente, para almacenarlas deberás dejarlas en el refrigerador o colocarlas en un frutero a temperatura ambiente. Evitá los recipientes herméticos y la luz directa del sol.