Un alimento saludable que sabe y huele a chocolate, ideal para personas diabéticas o con problemas digestivos

Sirve para sustituir al chocolate en infusiones calientes, budines, tortas y otras preparaciones dulces; tiene un bajo índice glucémico y no tiene gluten.

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Brownies
Brownies de algarroba.
Foto: Freepik.

Melanie Shulman, La Nación/GDA
Tiene sabor similar al chocolate y está compuesta por múltiples propiedades nutricionales que la llevaron a ganarse un lugar en las cocinas alrededor del mundo y los halagos de los profesionales de la salud. La harina de algarroba es muy utilizada como ingrediente saludable en recetas dulces e infusiones. Este alimento es de fácil acceso y los especialistas recomiendan su consumo a personas con diabetes y problemas intestinales.

De acuerdo a la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, las necesidades del mundo moderno cambiaron y hoy se busca sumar a las dietas alimentos naturales y libres de gluten. Por este motivo, la harina de algarroba, un producto al que no se le daba demasiada importancia, está cobrando valor.

De origen ancestral, la historia de la algarroba es digna de contar. Es el fruto de un árbol procedente de la cuenca del Mediterráneo cuyo nombre original es en árabe: “Al Carab”, que significa “el árbol”, aunque los españoles lo rebautizaron Algarrobo. En el continente americano, cuentan desde el Proyecto Arqueológico Chaschuil Abaucán, del Instituto de las Culturas de la UBA y el Conicet, se identificaron 41 especies de esta planta que crece en climas áridos y semiáridos.

En el libro “Un Árbol que es el ´El Árbol´: las relaciones entre el algarrobo y las personas”, sus autores mencionan que la harina de algarroba “tuvo y tiene un papel muy importante para lograr un balance alimentario”. Según indican, tiene la propiedad de ser sabrosa y nutritiva, rica en proteínas, azúcares de bajo índice glucémico, fibra y micronutrientes como vitaminas y minerales. Pero además de este gran aporte a nivel nutricional, en el pasado, se empleó al algarrobo como medicina: “Hacia fines del siglo XIX y principios del XX, se utilizaban partes del algarrobo (hojas, gajos y frutos) para realizar curaciones de enfermedades o males”, detallan en el libro. Con las hojas, por ejemplo, sus investigadores explican que se preparaban infusiones para curar los cólicos de los animales aunque también se molían y mezclaban con un poco de comino, sal y agua hervida para elaborar preparados que se colaban en forma de emplastos para curar los males de ojos y las picaduras de insectos.

Harina de algarroba, una bomba de nutrientes.

De acuerdo a datos de la Asociación Argentina de Nutrición, 100 gramos de harina de algarroba aportan 220 calorías, 48,8 gramos de carbohidratos, 4,6 gramos de proteínas de origen vegetal y 40 gramos de fibra. Además, no contiene colesterol y su índice de grasas totales es muy bajo: 0,8 gramos.

Entre sus características, también se destaca la presencia de antioxidantes entre ellos los polifenoles que protegen a las células del organismo del desgaste oxidativo y del desarrollo de enfermedades crónicas. Pero hay más. Es rica en minerales tales como calcio, hierro, potasio, zinc y fósforo que se ocupan de mantener óptimas las funciones vitales del organismo y de fortalecer el sistema inmune y, vitaminas: tiamina, que produce energía y ácido fólico que se encarga de reparar los tejidos y crear células nuevas.

1) Sustituye al chocolate.

“La harina de algarroba contiene gran cantidad de hidratos de carbono en forma de sacarosa, glucosa y fructosa, componentes endulzantes cuyo sabor y aroma son similares a los del chocolate”, precisa la médica Analía Yamaguchi. Por lo tanto, “es una buena opción para reemplazar el uso del cacao por un producto natural”, subraya. Otro aspecto positivo del empleo de la harina de algarroba en las recetas de pastelería e infusiones es que dado su dulzor, “no requiere añadir ningún tipo de azúcar artificial a las preparaciones”, destaca.

2) Previene el malestar gástrico.

Importante fuente de fibra, “cuando se la consume en su justa medida aumenta el tránsito intestinal y mejora la salud del colon”, comenta Yamaguchi. Sumado a ello, añade la experta, otra de las funciones de este nutriente es que enlentece la absorción del azúcar proveniente de otros alimentos: “Cuando consumís un alimento y lo mezclás con fibra, lo que sucede es que baja la curva glucémica”, explica Yamaguchi. Por su parte, Ramiro Heredia, médico especialista en medicina interna del Hospital de Clínicas José de San Martín, agrega que la fibra “ayuda a retrasar la absorción de los hidratos de carbono de la dieta, con menores picos de glucosa y menos estímulos para la secreción de insulina”.

En números, lo estipulado a consumir por día de fibra es de aproximadamente 38 gramos para hombres y 25 gramos para mujeres, según datos de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos. Dada la importancia de este nutriente, Yamaguchi recomienda la harina de algarroba a personas con distensión abdominal como también a quienes padecen diabetes o pre diabetes.

3) Libre de gluten.

Otra cualidad de la algarroba es que es un alimento sin T.A.C.C, por lo tanto “es una buena opción para la elaboración de platos de comida de personas con enfermedades celíacas”, menciona Yamaguchi. Aunque advierte acerca de la importancia de que se la consuma en el contexto de una alimentación saludable, equilibrada y variada para asegurarse incorporar todos los nutrientes necesarios.

Una aliada para la pastelería.

La algarroba puede agregarse a infusiones calientes, bizcochuelos, budines, galletas y cremas, por ejemplo. De todas maneras, “cuando se hace un panificado, hay que mezclarla con otra harina porque ésta por sí sola no leuda”, aclara la experta.

Para conservarla sin que se humedezca ni pierda sus propiedades, se recomienda que sea en un recipiente hermético bien cerrado, alejado de las corrientes de aire y con la menor exposición a la luz solar.

Gracias a la virtud de su composición, la harina de algarroba “puede ser consumida por cualquier persona a menos que tenga intolerancia o alergia a alguno de sus componentes”, remarca Yamaguchi. Aún así y más allá de sus beneficios, la especialista agrega que tampoco hay que consumirla de forma desmedida debido a que su alto porcentaje de fibra que podría generar cuadros de diarrea o distensión abdominal.

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