El Universal/GDA
No hay una fórmula mágica para prevenir el cáncer, pero elegir los alimentos adecuados puede ofrecer una sólida protección. La Sociedad Americana contra el Cáncer revela que aproximadamente el 42% de los casos de esta enfermedad podrían evitarse con una dieta saludable y cambios en el estilo de vida. Entre los alimentos destacados en esta lucha se encuentran las zanahorias.

Los alimentos vegetales contienen fitoquímicos, vitaminas y minerales que pueden frenar procesos cancerígenos como la inflamación y el daño al ADN, según Sheena Patel del Instituto Americano para la Investigación del Cáncer. Por eso, el consumo regular de zanahorias puede ofrecer protección contra diversos tipos de cáncer, incluyendo el de mama, colorrectal y pulmón.

• Carotenoides Poderosos: Las zanahorias, al igual que otras frutas y verduras de tonalidad amarillo anaranjado, son ricas en carotenoides, especialmente betacaroteno. Estos antioxidantes estimulan enzimas que eliminan sustancias químicas cancerígenas del organismo.
• Control del crecimiento celular: Los carotenoides desempeñan un papel crucial en el control del crecimiento celular anormal, contribuyendo a frenar posibles desarrollos cancerígenos.
• Mejora de la respuesta inmunitaria: Estos compuestos fortalecen la respuesta inmunitaria, creando un escudo adicional contra posibles amenazas cancerosas.

La zanahoria no solo es deliciosa, sino que también es una fuente impresionante de nutrientes. Con un 88,7 % de agua y apenas 40 Kcal por cada 100 gramos, esta hortaliza se convierte en un ingrediente estrella para el jugo de zanahoria, una bebida refrescante cargada de beneficios para la salud. Además, este vegetal puede incorporarse picado o rallado en preparaciones como sopas, batidos y salsas para espaguetis. Esta versatilidad hace que sea fácil de integrarla en la dieta diaria.

Ingredientes:

• Cuatro zanahorias.
• Un limón.
• Tres vasos de agua.
• Opcional: miel orgánica o endulzante natural.

Preparación:

• Lavar y cortar las zanahorias en trozos medianos.
• Colocar en una licuadora con el jugo del limón y agua previamente hervida.
• Mezclar hasta obtener una consistencia homogénea.
• Consumir sin añadiduras para aprovechar todos los beneficios.

Es importante evitar consumir más de un vaso para evitar una sobredosis de vitamina A y regular el consumo para evitar aumento de la diuresis y posible deshidratación. Personas con piel sensible deben moderar el consumo para evitar irritaciones o dermatitis.