Fernanda Ortiz Hernández, El Universal/GDA
Luego del descanso nuestro cuerpo necesita recuperar energía para mantenerse activo y desempeñar sus funciones diarias. El jugo de remolacha con naranja nos permite comenzar la mañana con la energía al máximo.

Cuando comemos, el cerebro produce dopamina, hormona responsable de la sensación de bienestar y placer mediante el gusto. Un buen desayuno mejora el estado de ánimo, disminuye los cambios de humor y nos mantiene motivados.

Combinar el jugo de betabel con naranja aporta estos beneficios y muchos más.

La remolacha, aunque parezca extraño, puede ser una gran compañera en los desayunos. Tiene potentes efectos en la salud y al combinarlo con jugo de naranja dará como resultado una “bomba” de vitaminas y minerales.

La betacianina es la sustancia responsable del pigmento que, incluso en la antigüedad, se utilizaba para elaborar pinturas de textiles. Un artículo de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural de México afirma que la remolacha ayuda a combatir la hipertensión arterial, estreñimiento, enfermedades sanguíneas, debilidad en los huesos, obesidad y anemia.

Por su aporte de betaína, protege las células del corazón, proteínas y enzimas del estrés oxidativo.

Junto con la naranja, este jugo es fuente natural de vitamina C, fibra, potasio y magnesio, nutrientes que refuerzan el sistema inmunológico e incrementan las defensas contra infecciones causadas por virus y bacterias.

De acuerdo la Revista Española de Nutrición Comunitaria, las personas con problemas gástricos y enfermedades renales deben limitar el consumo de recomlacha a causa de los oxalatos, sustancias que producen irritación.

Para quienes padecen diabetes o se les dificulta controlar el azúcar, este jugo no es la mejor alternativa ya que contiene sacarosa. Tras la ingesta podrían experimentar síntomas como sed excesiva o micción frecuente.