El Comercio/GDA
La berenjena es una hortaliza originaria de las zonas tropicales y subtropicales asiáticas, específicamente, de la India, donde se cultivaba dos mil años antes de Cristo, para luego expandirse a China y Birmania; sin embargo, no es hasta el siglo XVII cuando se introdujo en la alimentación, tras ser empleada en la medicina para combatir inflamaciones cutáneas y quemaduras. Sin duda, con el paso de los años, ha logrado extenderse a diversas regiones del mundo debido a su popularidad en la gastronomía, pues si bien es conocida por su color morado oscuro, existen variedades de color blanco, verde y amarillo, las cuales se pueden consumir cocidas, asadas, fritas o al vapor, motivo por el cual, es uno de los ingredientes más comunes en las recetas; sobre todo, en los platos mediterráneos y de la cocina asiática.
No obstante, no únicamente destaca por su versatilidad en la cocina, sino también por su aporte a la salud, pues es una fuente de nutrientes y compuestos bioactivos que pueden ser positivos para el organismo. De acuerdo con el diario La Vanguardia, el 93% de su peso es agua y el 1,5 fibra, mientras que, su nivel de grasas es de 0,2%, por lo que, su baja aportación calórica la hace muy interesante, ya que solo cuenta con 21 calorías por cada cien gramos de producto. Además, contiene micronutrientes, como el potasio (240 mg/100 g) y ácido fólico (13 mcg), al igual que, es rica en vitamina B6, vitamina B1 y magnesio, así como antocianinas, de acción antioxidante.
¿Cuáles son los beneficios de la berenjena?
Digestiva. Definitivamente, la berenjena puede considerarse como un alimento ligero y digestivo, gracias a que es una excelente fuente de fibra, tanto soluble como insoluble, por lo que favorece al tránsito intestinal y previene problemas digestivos, como el estreñimiento, señalan en el portal web CuerpoMente.
Diurético. El mineral más abundante es el potasio, lo que favorece a la eliminación de líquidos, pues la berenjena estimula la capacidad de filtración de los riñones aumentando la producción de orina, por ende, la diuresis. Por ello, su consumo es recomendado para personas que padecen de litiasis renal (cálculos renales), edemas, hipertensión arterial y patologías cardiovasculares.
Baja el colesterol. Diversos estudios han demostrado que, el consumo de berenjena puede ayudar a reducir los niveles de colesterol en sangre, pues tanto la fibra como las sustancias químicas que se encuentran, especialmente, en la piel y las semillas, contribuyen a mantenerlo en niveles óptimos. Según la plataforma CuerpoMente, algunos compuestos de esta hortaliza inhiben la síntesis de colesterol en el hígado, mientras que, otros evitan que se oxide y se adhiera a las paredes arteriales.
Controla el azúcar. Contiene pocos hidratos de carbono, a la vez que disminuye la velocidad en que se absorbe el azúcar de otros alimentos. Por esta razón, la berenjena se vuelve una excelente para los pacientes con diabetes mellitus tipo 2.
Antioxidante. La berenjena contiene una decena de ácidos fenólicos antioxidantes muy potentes y antocianinas- pigmentos que brindan el característico color oscuro a la piel- como la nasunina. Ambos tipos de compuestos impiden la oxidación del colesterol, una de las causas de que se convierta en un problema para la salud, lo que ayuda a prevenir los trastornos cardiovasculares y las enfermedades degenerativas.
Es importante tener en cuenta que, las propiedades y beneficios de la berenjena se obtienen al incluirla dentro de una dieta equilibrada y saludable. Por ello, como cualquier otro alimento, es esencial comerlo con moderación y siempre en un contexto de un estilo de vida saludable. De igual manera, si presentamos alguna condición médica o inquietudes específicas sobre la dieta, es recomendable solicitar una asesoría nutricional con un especialista.