Redacción El País
La diabetes, una enfermedad metabólica crónica, se caracteriza por niveles elevados de glucosa en sangre que, si no se controlan, pueden causar daños en los vasos sanguíneos.

Aunque los avances tecnológicos, como sensores de glucosa y bombas de insulina, han mejorado su manejo, el estilo de vida y la alimentación siguen siendo fundamentales para mantenerla bajo control.

Un estudio publicado en la Librería Nacional de Medicina de los Estados Unidos resalta el papel de tres frutos secos en la regulación de la glucosa: almendras, anacardos y nueces pecanas.

1. Almendras: Ricas en vitamina E, ayudan a combatir la oxidación celular. También aportan zinc, esencial para la producción de colágeno, y omega-3, con múltiples beneficios metabólicos.
2. Anacardos: Destacados para personas con diabetes tipo 2, ya que el cobre que contienen es clave en la síntesis de colágeno.
3. Nueces pecanas: Famosas en la repostería americana, son antioxidantes y poseen omega-9, un protector cardiovascular, además de fibra, que mejora el control del azúcar.

El consumo ideal recomendado es de 30 gramos diarios, una cantidad accesible que puede integrarse fácilmente en las comidas.

Foto: Freepik.

La alimentación para personas con diabetes debe ser variada, equilibrada y distribuida en cinco o seis comidas al día. Es crucial reducir las grasas saturadas y ajustar el aporte calórico al gasto energético. Los hidratos de carbono deben representar entre el 50% y el 55% de las calorías totales, priorizando fuentes saludables como granos integrales y vegetales.

Además, la OMS y la OCU recomiendan complementar una dieta adecuada con al menos 30 minutos diarios de actividad física y evitar el tabaco. Un enfoque integral, sumado a los avances médicos, puede mejorar significativamente la calidad de vida de quienes viven con diabetes.