Redacción El País
Las contracturas cervicales son una molestia común que afecta a muchas personas, especialmente a quienes trabajan frente a pantallas o mantienen malas posturas durante el día.

Aunque en algunos casos severos es necesario recurrir a un profesional, hay varias maneras de aliviar esta dolencia en casa. A continuación, cinco métodos sencillos para reducir el dolor cervical sin necesidad de asistencia especializada:

1. Aplicación de calor: El calor es un gran aliado para relajar los músculos. Colocar una bolsa de agua caliente, una almohadilla térmica o incluso una toalla caliente en la zona del cuello por 15-20 minutos puede ayudar a disminuir la rigidez y mejorar la circulación sanguínea. El calor contribuye a aliviar el dolor al permitir que los músculos tensos se relajen.
   
2. Estiramientos suaves: Realizar estiramientos controlados y sin forzar el cuello es fundamental. Movimientos como inclinar la cabeza lentamente hacia un lado y luego hacia el otro, o llevar la barbilla hacia el pecho, ayudan a recuperar la movilidad. Es recomendable hacer estos estiramientos varias veces al día, con cuidado de no forzar ni agravar la zona afectada.
   
3. Automasajes: Utilizar las manos para masajear suavemente los músculos del cuello puede ser muy efectivo. Aplicar una presión ligera con movimientos circulares, especialmente en los puntos más tensos, contribuye a liberar la tensión acumulada. Para mejorar los resultados, se puede utilizar una crema antiinflamatoria o aceites esenciales como el de lavanda o eucalipto, conocidos por sus propiedades relajantes.
   

   

   Foto: Freepik.

4. Mejorar la postura: Una de las causas más comunes de las contracturas cervicales es una postura incorrecta. Asegurarse de mantener la espalda recta y los hombros relajados durante el día puede prevenir y aliviar el dolor. En el trabajo o el hogar, es útil ajustar la altura de la pantalla de la computadora y mantener el cuello alineado con la columna vertebral para evitar tensiones innecesarias.
   
5. Ejercicios de respiración: El estrés es otro factor que contribuye a la tensión muscular en la zona cervical. Practicar ejercicios de respiración profunda no solo ayuda a reducir el estrés, sino que también favorece la relajación muscular. Inhalar profundamente por la nariz, manteniendo el aire durante unos segundos, y luego exhalar lentamente por la boca, puede ayudar a liberar la tensión acumulada en el cuello y los hombros.

Estos sencillos métodos, aplicados de forma regular, pueden aliviar una contractura cervical y prevenir su reaparición, mejorando significativamente la calidad de vida sin necesidad de recurrir a un profesional.