La Nación / GDA
¿Te has preguntado alguna vez si tu gato realmente está contento? A diferencia de la expresividad de los perros, la felicidad en los gatos se manifiesta a través de un lenguaje corporal complejo y sutil que requiere una observación atenta. Descifrar las señales que emiten con su cuerpo es clave para comprender su estado emocional y fortalecer el vínculo con nuestra enigmática mascota.
Para entender mejor cómo los gatos comunican su bienestar, es útil explorar sus raíces evolutivas. Los ancestros de nuestros mininos domésticos, los Felis lybica africanos, eran criaturas solitarias cuya supervivencia dependía de su agudeza sensorial y su capacidad para pasar desapercibidos.
Su comunicación primigenia se centraba en el marcaje territorial y en señales apenas perceptibles para evitar confrontaciones. Sin embargo, la domesticación de los gatos y la estrecha convivencia con los humanos propiciaron el desarrollo de nuevas formas de expresión, perfeccionando el uso de maullidos, posturas corporales y expresiones faciales para interactuar con nosotros de manera más efectiva.
En este sentido, la correcta interpretación del lenguaje corporal felino se convierte en una herramienta fundamental para garantizar su bienestar integral. A diferencia de los perros, seleccionados durante generaciones para la cooperación con humanos, los gatos conservan una marcada independencia. Aunque sus señales pueden ser discretas, una comprensión profunda de estas sutilezas nos permite mejorar la relación con ellos, minimizar situaciones de estrés y prevenir la aparición de problemas de comportamiento, creando así un ambiente más armonioso para ambos.
Claves del lenguaje corporal para identificar la felicidad en los gatos
Ahora bien, el concepto de felicidad en los animales es complejo. Desde una perspectiva científica, la felicidad se asocia con estados de bienestar físico y emocional. Un gato feliz no solo tiene sus necesidades básicas cubiertas (alimentación, refugio, salud), sino que también disfruta de seguridad, interacción positiva y estímulos adecuados.
Si bien no se puede medir su felicidad como en los humanos, su lenguaje corporal nos da pistas clave sobre su bienestar emocional. Aquí vemos algunas señales:
- Cola en alto: un saludo amistoso
Cuando un gato camina con la cola erguida y la punta ligeramente curvada, muestra confianza y bienestar, y está dispuesto a interactuar, por lo que es un buen momento para acariciarlo o jugar con él, explica un artículo del sitio Pet MD. Según estudios etológicos, este comportamiento es un vestigio de la relación materno-filial en felinos, donde los cachorros levantan la cola para recibir atención de su madre.
- Parpadeo lento: un signo de afecto y relajación
El “parpadeo lento” es considerado un gesto de confianza. Investigaciones sugieren que cuando un gato parpadea lentamente hacia un humano, quiere enviar una señal de tranquilidad y seguridad. Devolver este gesto puede reforzar el vínculo entre ambos.

- Amasar con las patas: una conducta instintiva de placer
El amasado, donde el gato presiona alternadamente con sus patas delanteras, es una acción vinculada a la lactancia. En la adultez, este comportamiento suele estar asociado con sensaciones de comodidad y felicidad, ya que podrían ser relajantes y ayudarles a mostrar satisfacción durante las interacciones humanas, indica la BBC Science Focus.
- Ronroneo: ¿siempre felicidad?
El ronroneo es una de las formas de comunicación más enigmáticas. Aunque se asocia con placer, también puede ser una estrategia de autocalma en situaciones de estrés o dolor. Un ronroneo acompañado de un lenguaje corporal relajado es un buen indicativo de bienestar. En este sentido, según el sitio de una clínica veterinaria, muchos expertos creen que el ronroneo sirve como medio de autoconsuelo para los felinos. A través del ronroneo, los gatos pueden calmarse eficazmente y aliviar sus niveles de estrés.
- Posición relajada del cuerpo: sin tensión ni signos de alerta
Un gato feliz suele estar relajado. En esencia, cuanto más abierta es su postura corporal, menos estresado está. Un gato acostado de lado o boca arriba con las patas estiradas, la cola suelta y hacia fuera, y la panza al descubierto, está tranquilo, según explicó una veterinaria.
- Juego y exploración: curiosidad y entusiasmo
Un gato activo que juega, caza juguetes y explora su entorno demuestra un estado de bienestar. El juego, según la investigación “los gatos solo quieren divertirse”, es una necesidad instintiva y un signo de salud mental y física.

Consejos para garantizar la felicidad de tu gato
Al tener en cuenta estas claves, es posible adoptar medidas concretas para mejorar el bienestar de nuestro gato. Algunas recomendaciones incluyen:
- Brindar un ambiente enriquecido: juguetes, rascadores y escondites fomentan su bienestar.
- Asegurar una alimentación balanceada: una dieta adecuada es clave para su salud.
- Ofrecer espacios seguros: los gatos necesitan zonas donde puedan descansar sin interrupciones.
- Proporcionar interacción positiva: acariciarlo y jugar con él respetando sus preferencias.
- Cuidar su salud: visitas veterinarias regulares previenen enfermedades.
- Permitir que controle su entorno: los gatos aprecian la estabilidad y la posibilidad de elegir dónde estar.
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