Recostarse en una camilla, cerrar los ojos y relajarse mientras un médico punciona agujas a través de la piel… ¿¡Cómo!? ¿No duele? No, para nada. De eso se trata la acupuntura: una terapia que viene de la Medicina Tradicional China y en Uruguay se considera técnica médica desde 2001, por decreto del Poder Ejecutivo.
Es conocida, sobre todo, por su capacidad para disminuir el dolor crónico, pero también sirve para calmar la ansiedad, reducir el insomnio y potenciar la fertilidad.
La palabra ‘acupuntura’ viene del latín acus, que significa ‘aguja’, y punctura, que es ‘punzada’. Consiste en la inserción de agujas muy finas en la piel. “No son las mismas agujas que se usan para sacar sangre o dar una vacuna”, indicó la doctora Adriana Baffico, médico especialista en Medicina Física y de Rehabilitación y médico acupuntor, y explicó que son de un material “muy flexible” y “totalmente cónicas, sin ningún agujerito en el medio”.
El decreto N°32/001 establece que la acupuntura médica siempre “exige un diagnóstico previo de la afección a tratar y una evaluación de los resultados conseguidos” y “solo puede ser realizada por profesionales médicos y odontólogos con título expedido por la Universidad de la República o Universidades Privadas habilitadas y debidamente registrado ante el Ministerio de Salud Pública”. Los profesionales habilitados analizan cada caso y diseñan un tratamiento a medida que varía en tipos de agujas, puntos del cuerpo y cantidad y frecuencia de las sesiones.
Aplicaciones de la acupuntura
¿Cómo es que una serie de punciones pueden mitigar el dolor crónico? La clave está en el sistema nervioso que capta los estímulos y envía mensajes al cerebro para obtener las respuestas deseadas.
Así lo explicó la doctora Chiao Lin Tung, médica estética, acupunturista y homeópata: “Es como el cableado de una casa. Si uno quiere prender la luz de una habitación, primero toca el interruptor que manda la señal al tablero eléctrico, y luego ve la respuesta, que es la luz encendida”.
Por su parte, Baffico —que también integra la Comisión Directiva de la Asociación Uruguaya de Acupuntura— explicó que en acupuntura se estimula el sistema nervioso central para provocar la liberación de neurotransmisores; entre ellos, “los analgésicos propios del cuerpo”.
De esta manera, es posible “aliviar el dolor, relajar el músculo y mejorar el estado de ánimo, entre otras aplicaciones”.
Según la doctora, la técnica está “muy difundida” en casos de dolor musculoesquelético u osteoarticular, asma, diarreas, colon irritable, trastornos de fertilidad, estrés crónico, ansiedad e insomnio.
El doctor Líber Prudente, también médico especializado en Medicina Física y de Rehabilitación y médico Acupuntor, agregó su aplicación en síndromes cervicales y fibromialgia, y subrayó que “da muy buenos resultados” en temas de fertilidad.
“Tengo pacientes que habían hecho muchos tratamientos de fertilización, pero no habían podido quedar embarazadas y, sin embargo, ahora están cursando embarazos felices gracias al equipo obstétrico y ginecológico sumado al acompañamiento de la acupuntura”, contó.
Para Prudente, la acupuntura es una “medicina complementaria” y como tal puede acompañar al paciente en otro tratamiento que esté realizando. De hecho, tanto él como Baffico señalaron que, en general, el paciente llega a la consulta luego de haber consultado a muchas especialidades, y siempre se busca respetar el tratamiento que ya tiene. “Se trabaja en neuromodular, es decir, modificar el sistema nervioso para alcanzar el bienestar”, dijo Baffico, y quizás “dejar o bajar la dosis de la medicación”, según lo indique su médico tratante.
Las sesiones
En una sesión, lo primero es la evaluación del paciente, indicó Lin Tung. Luego, explica cómo será el mecanismo y procede a seleccionar las agujas y los puntos de punción. Los pacientes reportan “una sensación instantánea de bienestar” y afirman que “no duele; sienten apenas como si fuera la picadura de un mosquito”.
A su vez, Prudente señaló que las personas están alrededor de 30 minutos con las agujas en su cuerpo; el resto del tiempo se invierte en conocer el caso. “Es muy difícil que cualquier otro especialista vea al paciente semana a semana y le brinde media hora o una hora de atención personalizada como hace el médico acupuntor. Probablemente, ahí está uno de los grandes secretos de sus grandes beneficios”, sostuvo.
Y añadió: “Toda la información está en el paciente, pero hay que contar con el tiempo y los conocimientos necesarios para extraer esa información con un interrogatorio y un examen físico minucioso”.
Por lo general, la frecuencia de las sesiones es semanal, con un promedio de entre cinco y diez encuentros en el caso de dolores crónicos, indicó Baffico, y agregó que “cuanto más reciente y agudo sea un dolor, menos cantidad de sesiones requerirá”. Además, dijo que “todos somos diferentes en nuestro sentir y nuestro sufrir” así que “no hay un plan modelo”. Lo importante es considerar al paciente de forma integral: “Por ejemplo, si viene por un dolor de cintura, pero vemos que por todos los fármacos que toma tiene un reflujo gastroesofágico y dolor de estómago, y que cada vez que se levanta le duele la cabeza, entonces trataremos todos esos síntomas, no solo el dolor de cintura”.
La acupuntura forma parte del sistema mutual desde hace al menos 40 años. Está disponible en el Hospital Maciel, el Hospital Militar, el Hospital de Clínicas y el Hospital Policial, además de privados como Banco de Seguros del Estado, Hospital Saint Bois, Casmu, Sociedad Española, Servicio Médico Integral, Sociedad Médica Universal, Camedur de Durazno, Caamepa de Pando, Comeca de Canelones y BlueCross & BlueShield de Uruguay, entre otros.