Adoptar a un gato: las cuatro claves a tener en cuenta para facilitar su adaptación al nuevo hogar

Cada vez más personas optan por adoptar gatos y va quedando atrás esa creencia de que no son animales cariñosos o compañeros. Para recibirlos en casa hay que tener algunas precauciones.

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Gato recostado.
Gato recostado.
Foto: Freepik

La Nación / GDA
Aunque se intente sostener la creencia popular de que los gatos son independientes y que no necesitan del cariño y compañía de sus dueños, se sabe que los felinos son fieles acompañantes y, aunque su manera de demostrar cariño es diferente a la de los perros, también son seres cercanos. Entonces, si estás pensando en adoptar un gatito, te contamos cuáles son las 4 claves para recibirlo de la manera adecuada.

Los gatos son animales muy meticulosos y, al principio, puede costarles adaptarse a un nuevo entorno, aunque lo consiguen con rapidez. Por ello, debemos tener algunas cosas preparadas previas a la llegada de nuestro nuevo amigo.

  1. Preparación del hogar previa a la llegada del gatito
    Es importante que contemos con un entorno seguro y hagamos las modificaciones necesarias para que el nuevo integrante de nuestro hogar no corra riesgos innecesarios. Para ello, un consejo clave será cubrir los huecos o rincones en los que el gato pueda escaparse o esconderse y resultar dañado, como debajo de un electrodoméstico. Un método muy habitual si se posee balcón es colocar una red para evitar que se caiga por accidente, ya que les gusta permanecer en sitios altos.
    En la misma línea, debemos prestar atención a los objetos que puedan suponer un riesgo para el felino, como piezas pequeñas que pueda llegar a tragarse o elementos afilados. También es importante retirar de su alcance los productos tóxicos, como los de limpieza, o las plantas que puedan suponer un riesgo si las mastica.
    Gato
    Gato.
    Foto: Pixabay.
  2. Las pertenencias necesarias
    A la hora de la llegada de un gato a nuestro hogar, es necesario que cuente con ciertas pertenencias básicas. Estas son:
    - Una cama propia: para que sienta que tiene un lugar en la casa.
    - Un arenero: para su propia higiene. Debe situarse en un sitio tranquilo de la vivienda, para que se sienta cómodo y se eviten distracciones.
    - Tres cuencos: uno para la comida, otro para el alimento húmedo y un último para el agua. Los expertos recomendaron que se ubiquen lejos del arenero y, además, que los recipientes de la comida y del agua guarden cierta distancia, ya que los felinos pueden percibir que el agua se contamina al estar cerca de la comida. Recordá consultar con un especialista cuál es la alimentación adecuada para tu nuevo acompañante.
    - Un rascador: para reforzar su seguridad.
    - Juguetes: los más recomendados son las pelotas, las cañas de pescar o las cajas de cartón, para descargar energía y mantener activa su mente. Además, podemos contar también con un espacio en el que el gatito pueda sentirse seguro en caso de asustarse.
  3. Cómo cepillar a los gatos
    Los expertos recomendaron adoptar el cepillado de los gatos en la rutina diaria, para así evitar que se formen bolas de pelo que puedan causarles molestias. En tanto, se deberá utilizar un cepillo de fibras cortas y puntas redondeadas si el pelaje del animal es corto; si es largo o mediano, se necesitará recurrir a cerdas más largas.
    Una de las claves para conseguir el correcto cepillado del pelo del gato es tener paciencia, ya que es probable que en las primeras ocasiones muestren disconformidad. Para lograrlo, podremos optar por hacerlo delicadamente por las zonas que menos le molesten en primer lugar y, por supuesto, recompensarlos con algún snack.
  4. Convivencia
    Si la llegada de un gato a casa supone que va a convivir con otro animal, debemos contemplar el período de adaptación necesario entre ambos. En tanto, si se trata de un ser vivo que podría ser una presa para el felino, como pájaros o roedores, tenemos que estar atentos y velar por su seguridad.
    Perro y gato
    Por otro lado, si los gatos van a convivir con niños, debemos enseñarles a los pequeños cómo deben tratar al nuevo integrante, ya que asustarlos o levantarlo de manera inadecuada puede generarles estrés.

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