The Conversation*
Todas las personas tienen el derecho a decidir sobre su propia reproducción. Esto incluye elegir si tener hijos, cuándo y cuántos. También implica poder decidir con conocimiento y tener acceso a métodos anticonceptivos seguros y efectivos.

Este último punto presenta una brecha entre hombres y mujeres: ¿por qué ellos no tienen anticonceptivos hormonales?

A nivel mundial, el 9% de las mujeres no satisface sus necesidades anticonceptivas y casi la mitad de los embarazos no son planeados.

Enfocándonos en los anticonceptivos para los hombres, estos tienen menos opciones que las mujeres: el condón y la vasectomía. El primero presenta una eficacia del 87 % y la vasectomía es un método quirúrgico.

La falta de anticonceptivos hormonales para hombres impide un cuidado reproductivo completo. Además, deja insatisfechas las necesidades de salud de ambos.

Hasta ahora las mujeres han cargado con la mayor parte de la responsabilidad para prevenir embarazos.

Para lograr equidad, los hombres tienen que involucrarse más en el uso de anticonceptivos. Deben asumir esta responsabilidad junto a sus parejas.

Para ello es necesario que los servicios de planificación familiar cuenten con una amplia gama de anticonceptivos de calidad. Los anticonceptivos hormonales para hombres podrían conseguir que la responsabilidad anticonceptiva sea realmente compartida entre hombres y mujeres.

Aunque los científicos empezaron a investigar los anticonceptivos hormonales masculinos en la década de 1970, aún no se ha logrado comercializar ninguno.

El desarrollo de estos nuevos métodos está avanzando lentamente debido, en gran medida, a la falta de apoyo financiero. La mayoría de los fondos para estas investigaciones provienen de instituciones como el Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano Eunice Kennedy Shriver y centros académicos. Los gobiernos y la industria farmacéutica han contribuido muy poco. Esto se debe a que no existen reglas claras de las autoridades regulatorias de salud, como la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos) y la EMA (Agencia Europea de Medicamentos), para aprobar la comercialización de anticonceptivos hormonales para hombres.

Con el fin de avanzar en el desarrollo de estos métodos y hacerlos disponibles es esencial que los responsables políticos, los financiadores y la industria impulsen la inversión.

Los anticonceptivos hormonales masculinos han demostrado ser eficaces y reversibles. En diversos ensayos clínicos, estos métodos resultaron tan efectivos como las pastillas anticonceptivas que usan las mujeres.

En el mundo de la investigación ya se tiene mucha experiencia con el uso de hormonas y se conocen bien los posibles efectos secundarios. Se puede garantizar que estos métodos son seguros para la salud de los varones a largo plazo.

Además, los anticonceptivos hormonales han probado ser aceptables –para hombres y mujeres–, tanto en encuestas sobre métodos teóricos como en ensayos clínicos en los que se han probado. De hecho, la aceptabilidad ha sido incluso mayor en dichos ensayos.

La demanda de los anticonceptivos hormonales para hombres podría ser igual a la de métodos para mujeres ya comercializados. En España, por ejemplo, solo un 10 % de encuestados indicó que no usaría nunca una píldora anticonceptiva.

En trabajos con diferentes grupos de personas los efectos secundarios fueron clave para determinar si estos métodos serán utilizados.

Los anticonceptivos hormonales para hombres pueden causar efectos no deseados, pero suelen ser pocos y similares a los de las mujeres.

En las primeras investigaciones se usaron dosis muy altas de testosterona. Esto provocó consecuencias como cambios en algunos valores sanguíneos. En estudios recientes, al emplear otras sustancias (progestinas) y ajustar las dosis de testosterona, los efectos secundarios fueron mucho menores.

Los efectos más comunes expresados en los ensayos clínicos son cambios de humor y acné.

Durante años, los anticonceptivos hormonales estudiados fueron inyecciones o implantes. Ahora se está probando un gel para usar en casa llamado NES/T que ayuda a detener la producción de esperma. Combina dos sustancias, testosterona y acetato de segesterona, y se pone en la piel todos los días. Es fácil de usar y casi no tiene efectos secundarios.

También se han intentado desarrollar píldoras anticonceptivas para hombres, ya que muchos preferirían tomar una pastilla. Recientemente se aprobó una, pero hay que ingerirla dos veces al día, con comida. No es muy práctico, y por eso se está trabajando para crear una píldora masculina más amigable.

Sin embargo, lo más probable es que el gel NES/T llegue antes al mercado. Ya está en etapas avanzadas, ha tenido buenos resultados y es fácil de usar. La mayoría de los hombres lo incluyó sin problemas en su rutina.

Los resultados muestran que funciona muy bien y que hombres y mujeres están contentos con él. Sin embargo, todavía se necesitan estudios con mayor población para que se comercialice.

Los investigadores han planteado así mismo numerosas líneas de investigación de métodos anticonceptivos no hormonales para hombres, pero se encuentran mucho menos avanzadas.

Algunos funcionan bloqueando el paso de los espermatozoides al aplicar inyecciones de un gel especial en los conductos por donde pasan, como Vasalgel. Otros emplean medicamentos que detienen la producción o el movimiento de los espermatozoides.

Mientras que las líneas hormonales llevan años probándose en humanos, las no hormonales se encuentran todavía en fase de ensayos de laboratorio. Por ello, se espera que los primeros se comercialicen antes.

La equidad en los derechos reproductivos significa que hombres y mujeres tienen las mismas opciones y oportunidades. Así se promueve una sociedad más justa. El desarrollo de métodos anticonceptivos para hombres es, después de todo, también una cuestión de salud de la mujer.

Incluir el acceso a los anticonceptivos hormonales ayudaría a equilibrar la responsabilidad anticonceptiva. Además, fortalecería los programas de planificación familiar al ofrecer opciones más variadas y equilibradas.

Por otro lado, la anticoncepción eficaz y reversible para hombres reducirá los embarazos no planificados, especialmente en países donde se usan pocos anticonceptivos.

Si los hombres asumen un papel más activo será un avance hacia la equidad en los derechos reproductivos.

*Piedad Gómez Torres
Profesora Ayudante Doctora, Universidad de Granada