El Comercio/GDA
El cuidado de nuestros dientes es vital para la salud en general. En efecto, tener una buena higiene bucal no solo es un tema de estética, sino que también ayuda a prevenir infecciones y hasta complicaciones en otros sistemas del cuerpo. Las bacterias presentes en enfermedades bucales pueden propagarse por el torrente sanguíneo y potenciar el riesgo de otras afecciones.

Proveniente del griego prophylaxis, la profilaxis se refiere a la acción de prevenir. En el caso de la profilaxis dental, es la limpieza que un odontólogo le hace a nuestros dientes.

Los tipos de limpieza dental incluyen la profilaxis regular, es decir, el lavado y pulido de nuestros dientes con una pasta similar a la pasta dental que usamos en casa. A su vez, es recomendable hacer un destartaje, el cual consiste en limpiar diente por diente el sarro acumulado entre ellos. En algunos casos, se usa ultrasonido para ayudar a desprenderlo.

Manuel Tovar, odontólogo de la Clínica Ricardo Palma, recomienda hacerse una profilaxis dental cada seis meses “para mantener una buena salud bucal y prevenir problemas periodontales”. Sin embargo, esto puede variar para cada caso.

“El sarro siempre se formará, no hay manera de evitarlo. Algunos pacientes juntan tanto sarro que efectivamente deben hacerse una limpieza cada seis meses, pero hay otros que lo hacen de forma tan lenta que con hacerse una profilaxis cada año es suficiente”, asegura Marco Yarlaqué, odontólogo en Doctor Bracket y Mis Muelitas.

“En una profilaxis adecuada no debería haber un desgaste de los dientes, ya que se usa una punta de ultrasonido que no genera daño en la estructura del diente”, asegura Tovar. Y agrega: “Por el contrario, realizar una limpieza periódica disminuye el riesgo de tener problemas posteriores que requerirán tratamientos restaurativos”.

“La herramienta que usamos para limpiar los dientes es un aparato que vibra, y esa vibración hace que el sarro se rompa. Se rompe sarro, no diente”, aclara por su parte Yarlaqué.

Para terminar, Tovar deja una serie de recomendaciones:

Cepillado adecuado: Cepillate los dientes al menos tres veces al día, durante al menos dos minutos cada vez. Utilizá un cepillo de cerdas medio y una pasta dental.

Usá hilo dental: Limpiá entre tus dientes con hilo dental diariamente para eliminar los restos de comida y la placa que el cepillo no puede alcanzar.

Enjuague bucal: Un enjuague bucal antimicrobiano puede ayudar a reducir las bacterias y refrescar el aliento.

Cuidado de la lengua: Utilizá un limpiador de lengua o cepillá suavemente tu lengua para eliminar bacterias que pueden causar mal aliento.

Limitá los azúcares: Reducí el consumo de alimentos y bebidas azucaradas para prevenir la formación de placa y caries.

Cambiá tu cepillo: Reemplazá tu cepillo dental cada tres o cuatro meses o antes si las cerdas están desgastadas o abiertas.

Visitá al dentista: Programá revisiones regulares con tu dentista cada seis meses para realizar chequeos, limpiezas profesionales y detectar problemas a tiempo.

Protegé tus dientes: Si practicás deportes de contacto, usá un protector bucal para evitar lesiones en los dientes y las encías.

Evitá el tabaco: Dejar de fumar o evitar el consumo de tabaco puede mejorar la salud bucal y reducir el riesgo de enfermedades periodontales.