El Tiempo, GDA
Los cambios de temperatura pueden afectar la piel, causando resequedad e incluso laceraciones por el impacto de los rayos UV. Siempre es bueno tener a la mano remedios naturales que ayuden a proteger al órgano más grande del cuerpo humano.

Aunque existen diversos productos químicos que prometen aliviar la resequedad de la piel, no todos los “artículos milagrosos” son tan efectivos como pregonan y hay quienes optan por buscar alternativas en la herbolaria.

Si preferís los remedios naturales, vale que consideres a la caléndula, planta que desde la antigüedad se utiliza para tratar las pieles irritadas, gracias a sus propiedades antiinflamatorias e hidratantes. Incluso, esta planta se empleaba en Egipto para tratar heridas abiertas, picaduras de escorpión y afecciones cutáneas.

Según National Geographic, los herbolarios suelen recomendar el uso de lociones, cremas y ungüentos de caléndula para tratar la piel agrietada, con escamas camas e incluso quemaduras; ya que la composición de este elemento orgánico es útil para tratar algunos tipos de dermatitis, picaduras de insectos y hongos como el pie de atleta.

La pomada tópica de caléndula puede ayudar a prevenir la dermatitis en aquellos pacientes con cáncer de mama que se han sometido a la radiación.

Por su parte, la Clínica Tarrazo sostiene que la caléndula está especialmente indicada para el cuidado de la piel de las manos, ya que cuenta con principios activos de acción antiséptica y parasiticida; esto sin mencionar sus propiedades cicatrizantes que ayudan a regenerar la piel y producir colágeno, algo que también convierte a este remedio natural en un aliado contra las marcas de la edad.

Y, debido a su contenido en betacaroteno, fitoesteroles y ácido salicílico, la caléndula es muy adecuada para las personas que tienen pieles sensibles y tendentes a la irritación, por lo que su uso es recomendado para las personas que sufren resequedad en la tez, donde incluso puede prevenir la aparición del acné.