* Pilar Laborde
Desde una perspectiva psicoeducativa, la familia es el entorno primario de aprendizaje y desarrollo. Cuando un niño llega a la consulta psicomotriz, es importante contar con el apoyo de las familias para que el proceso sea exitoso.
Trabajar con las familias con el mismo énfasis con el trabajamos con el niño en la consulta, puede marcar una gran diferencia en su bienestar emocional y en el desarrollo de las habilidades y conductas. Con el acompañamiento adecuado, los padres pueden sentirse más seguros en su rol y brindar a sus hijos un entorno emocionalmente saludable.
*Escuchar con empatía. Cada familia tiene su propia dinámica, valores y estilo de crianza. Escuchar con atención sus preocupaciones, inquietudes, dudas y frustraciones, sin emitir juicios de valor al respecto, permite a los padres sentirse comprendidos y confiados para pensar nuevas estrategias y fomentar un entorno de bienestar.
*Buscar juntos ideas posibles y reales para cada familia. Para un mismo problema, existen muchas soluciones, pero no siempre se puede hacer todo ni resolver muchas situaciones a la vez. Es importante pensar en conjunto con las familias qué acciones y cambios son reales y posibles de realizar para ellos, teniendo en cuenta sus posibilidades, su disponibilidad, sus preocupaciones y el contexto (cantidad de hijos, edades, situación familiar, apoyos externos con los que cuentan, experiencias pasadas de éxito o fracaso con el tema por el que consultan).
* Ofrecer información confiable. En un mundo donde recibimos información constante y contradictoria sobre crianza, compartir recursos basados en evidencia puede ser de gran ayuda para las familias.
Libros, artículos o recomendaciones de especialistas pueden ayudar a los padres a tomar decisiones informadas sin sentirse abrumados.
* Respetar sus decisiones. Es importante recordar que cada familia elige la manera en que cría a sus hijos según sus valores y circunstancias. Acompañar y orientar, no significa imponer consejos o señalar errores, sino brindar apoyo respetando sus elecciones.

* Fomentar una red de apoyo. La crianza puede ser un camino desafiante, y contar con una red de contención puede aliviar el estrés y fortalecer los vínculos familiares. Ayudar a las familias a conectar con otros padres, fomentar o crear escuelas para padres o consultar con
profesionales especializados en distintas áreas del desarrollo infantil, puede fortalecer su sentido de pertenencia y permitir encontrarse con otras familias que están atravesando por lo mismo.
* Autocuidado parental. La crianza trae consigo una etapa intensa y demandante. Es importante validar lo que los padres sienten, ya sea cansancio, frustración o culpa, sin minimizar sus experiencias y trabajar en la importancia del autocuidado parental, ayudándolos a encontrar momentos de descanso, disfrute y conexión.
No existen familias perfectas, pero sí familias que intentan hacer lo mejor que pueden por sus hijos.
Acompañar a las familias en la crianza desde un espacio de orientación y escucha, es brindar herramientas concretas y contención para que logren afrontar los desafíos con mayor confianza y bienestar, logrando asi el desarrollo saludable de sus miembros a lo largo de las distintas etapas del ciclo vital.
* Licenciada en psicomotricidad
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