Daniela Viviana Larrarte, El Tiempo/GDA
La varicela es una enfermedad infecciosa causada por el virus de la varicela-zóster, según 'Mayo Clinic'. Este virus se reconoce fácilmente porque produce un sarpullido de ampollas pequeñas llenas de líquido y picazón.
Esta se contagia fácilmente en las personas que no han sido vacunadas o no han padecido la enfermedad anteriormente. Hace unos años, solía ser muy común, pero en la actualidad la vacuna contra la varicela protege eficazmente a los niños y adultos del virus y sus posibles complicaciones.
Según 'Mayo Clinic', la erupción por la varicela suele aparecer entre los 10 y 21 días posteriores a la exposición al virus de la varicela-zóster. La erupción suele durar entre 5 a 10 días. Otros síntomas pueden aparecer entre 1 a 2 días después de la erupción, tales como:
- Fiebre.
- Pérdida del apetito.
- Dolor de cabeza.
- Cansancio y sensación de malestar general.
Vale la pena mencionar que la erupción típica de la varicela pasa por tres fases: la aparición de protuberancias, la formación de ampollas que luego se rompen y se cubren con costras, y la aparición continua de nuevas lesiones.
Debe tener en cuenta que la varicela puede ser contagiosa incluso antes de que aparezca la erupción y sigue siéndolo hasta que todas las ampollas se cubren de costra. Aunque la enfermedad suele ser leve en niños y adultos sanos, en algunos casos puede ser más grave, con erupciones que cubren todo el cuerpo e incluso afectan áreas como la garganta, los ojos y los genitales.
Esta enfermedad se propaga principalmente a través del contacto directo con el sarpullido o mediante la inhalación de gotas en el aire cuando una persona infectada tose o estornuda. Por lo tanto, es importante tomar medidas preventivas, como la vacunación, para reducir la propagación de la enfermedad y proteger la salud pública.
Si tiene la sospecha de que usted o su hijo tiene varicela, es necesario buscar atención médica de inmediato. El diagnóstico de esta enfermedad viral se basa generalmente en el examen del sarpullido y otros síntomas característicos. Siempre es recomendable primero solicitar la consulta médica por teléfono, pues de esta forma puede evitar contagios en la sala de espera.
Además, se aconseja informar al médico si se observan ciertas señales, como la extensión del sarpullido a los ojos, sensibilidad inusual en la piel, o síntomas graves adicionales como mareos, confusión, falta de aire o fiebre alta.
Es especialmente importante comunicar si en su hogar viven personas que nunca han tenido varicela, mujeres embarazadas, personas con sistemas inmunitarios comprometidos o aquellos que toman medicamentos que afectan la inmunidad.
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