Ya estamos en mazo, y eso significa que pronto comenzarán las clases en escuelas, liceos y universidades. Además de organizar los horarios y planificar las comidas, es importante recordar la importancia de la salud bucal para asegurar un buen rendimiento académico.
Ciertas enfermedades dentales, como las caries, gingivitis, periodontitis, bruxismo o la maloclusión, pueden afectar nuestras actividades cotidianas. Por esta razón, es fundamental prestar atención a cómo es nuestra higiene bucal, sobre todo en estos días próximos a retomar los estudios.
¿Cómo influye la salud dental en el rendimiento escolar?
Según un estudio de la Escuela de Odontología de Ostrow en Polonia, se determinó que la mala salud oral es un factor clave en el bajo rendimiento de los niños. En definitiva, los niños de primaria y secundaria considerados para esta investigación sufrían de caries y sus calificaciones eran pésimas; no obstante, los alumnos que tenían una boca sana, no faltaban a clases y su rendimiento era mejor. Esto también está relacionado a las condiciones socio-económicas, que son las que muchas veces impiden un mejor acceso a cuidados bucodentales.
Jesús Ochoa, cirujano dentista de la Clínica Multident, explica que una salud bucodental deficiente en dientes y encías puede influir en el rendimiento y en las notas escolares de los niños puesto que al sufrir dolores intensos por la aparición de una carie o alguna otra afección dental pueden experimentar un cambio de ánimo.
Otras enfermedades como la maloclusión dental, traumatismos dentales o gingivitis pueden repercutir negativamente en el desempeño en tanto la cavidad bucal permite pronunciar las palabras, reír e inclusive comer. Los niños que presentan estas complicaciones pueden tener dificultad para hablar y esto puede ser un foco de burla en el colegio, generando en el alumno baja autoestima, irritabilidad, problemas para conciliar el sueño y falta de concentración y atención.
Consejos para cuidar la salud oral.
En primer lugar, es muy importante estar pendientes de la higiene y los hábitos en el cuidado de la boca y los dientes. Además, se debe acudir a un odontopediatra de forma regular, y no esperar a que se presente alguna complicación o fastidio.
En el caso de los niños, es importante que antes de asistir a una consulta dental se le comunique lo que está por venir. Si es un niño muy pequeño, esto puede hacerse por medio de juegos y anécdotas, recomienda Claudia Taboada, directora de Ratonhada Odontopediatría. Asimismo, los padres o una persona responsable debe supervisar que el niño esté manteniendo un correcto cepillado en todo momento.
La alimentación saludable también es clave para mantener una buena salud bucal. La ingesta excesiva de golosinas, dulces o refrescos azucarados pueden causar que los dientes sufran perforaciones en sus tejidos. El azúcar es el combustible que permite a las bacterias realizar funciones nocivas para la salud dental.
(Por El Comercio GDA)