VIDA SANA

Por qué nos da miedo hablar sobre muerte y qué podemos aprender de los procesos de duelo

Como seres humanos, la muerte es nuestra única certeza, e integrarla nos permite vivir con mayor presencia y plenitud.

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Paciente en hospital.
Persona sosteniendo la mano de un paciente en el hospital.
Foto: Freepik.

Por Tatiana Scherz Brener

La palabra muerte tiene una presencia imponente. Cada vez que alguien la nombra se produce un silencio fúnebre; un momento incómodo que demuestra el pavor que nos causa la idea de morir. Sin embargo, la muerte es, en realidad, un evento natural y cotidiano: “Todo el tiempo hay procesos, pérdidas, muertes, duelos”, afirmó Alejandro Corchs, hombre medicina y terapeuta en tanatología.

Acompañar procesos de duelo.

La tanatología es la disciplina que integra a la muerte como un acontecimiento natural de la vida, explicó Corchs. Durante años, acompañó a moribundos y sus familias, así como a personas que estaban atravesando duelos luego de la muerte de un ser querido: “Me gusta decir que les tomo la mano de este lado para que sus seres amados los reciban del otro lado y le tomen la otra manito”, dijo. Ahora se dedica a formar tanatólogos.

Alejandra Bernasconi acompaña procesos de enfermedad, duelo y muerte desde hace 25 años. “El tanatólogo debe dejar de lado su interpretación de la situación y simplemente escuchar lo que la persona trae. Se trata de estar presente para sostener el dolor del otro”, aseguró. En este sentido, añadió que se trata de una escucha sin juicio en la que las emociones siempre son validadas.

Corchs estuvo de acuerdo: “Ser tanatólogo es tener el honor de acompañar a una familia en un momento de mucha vulnerabilidad y, en lugar de hacer juicios, se hacen señalamientos con cariño”. Por ejemplo, puede sugerirse que no es lo mismo morir con asuntos pendientes que sin ellos, o que no es lo mismo si la persona muere llena de miedo a que si lo hace rodeada del amor de sus seres queridos.

A su vez, agregó: “Un lugar común es preguntarse cuál es la necesidad de decirle al otro que se va a morir, pero, ¿cómo qué necesidad? Si sé que me voy a morir, puedo tomar ciertas decisiones, hacer ciertos movimientos, prepararme para el momento del cambio”.

Familia en hospital.
Familia en hospital.
Foto: Freepik.

El miedo a la muerte.

Cuando uno sale a caminar por el campo, es usual encontrarse con animales muertos o árboles caídos. En la ciudad, sin embargo, eso no pasa. La muerte se oculta, se limpia, y, sobre todo, no se habla. Pero ahí está nuestro peor error.

“Cuando no hablamos, le damos lugar al miedo y a la desinformación”, afirmó Corchs. Y añadió: “Hay que hablar naturalmente de que un día me voy a morir y voy a extrañarte o que un día no voy a poder darte ese abrazo que sí puedo darte ahora, porque el silencio causa heridas enormes”.

Lo primero que pensamos cuando hablamos de duelo es la pérdida de un ser querido, pero vivimos todo tipo de duelos constantemente, señaló Bernasconi. “Los duelos se viven cada vez que perdemos algo que valoramos y que conformaba nuestra identidad, como puede ser un trabajo o una pareja”, indicó. En general, esto nos paraliza de miedo porque significa enfrentarse a lo desconocido: “Es como si se desconfigurara quiénes somos y ese desbalance nos obliga a reinventarnos”.

El miedo es aún mayor cuando se trata de la muerte. Para Corchs, eso tiene que ver con nuestra vulnerabilidad: “Es el único límite que nos pone la vida, porque todo lo que nace va a morir”. Asimismo, a veces la muerte asusta porque se presenta como el momento en que no se puede postergar más y uno se ve empujado a encarar todo aquello que viene rehuyendo, dijo.

El tanatólogo llama a la muerte ‘La reina de las transformaciones’. “Será el gran cambio final, pero no será tu primer cambio. Será un misterio, pero no será tu primer misterio”, explicó. Y agregó: “Cuando la entendemos como un evento natural de la vida, vemos en cada pérdida un ensayo y a la muerte como el estreno de la obra de teatro”.

En la misma línea, Bernasconi expuso que la tanatología considera a la muerte no como el fin de algo, sino como una transformación. Se trata de una “mirada sanadora”, en tanto un ciclo se cierra para dar lugar a nuevas formas. “Cada muerte tiene implícita la semilla de algo nuevo”, sostuvo.

Integrar a la muerte para vivir mejor.

“Integrar a la muerte como un evento natural de la vida nos termina mostrando el espejo de la locura en la que vivimos”, expresó Corchs. Lo explicó así: “Nos devuelve nuestra humanidad, el preguntarnos qué estamos haciendo y si queremos seguir haciéndolo, en lugar de hipotecar el presente por un futuro mejor”.

La imprevisibilidad de la muerte nos permite vivir con mayor presencia. “Todos los días salen a la calle millones de seres humanos que no van a volver a su casa. Entonces, nos damos cuenta que sí, vale la pena hacer una pausa y darle un abrazo a nuestros hijos, nuestras parejas, nuestros amigos”, mencionó el tanatólogo.

Lo anterior no quiere decir que uno tenga que desentenderse de la realidad, señaló, sino balancear mejor las prioridades y otorgarle a cada encuentro otro simbolismo. “No se trata de integrar a la muerte desde un lugar de masoquismo, sino hacerlo para vivir con armonía y para disfrutar que nuestros corazones laten ahora”, concluyó.

TALLERES

Espacios para hablar sobre duelos y pérdidas.

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Trece preguntas a la muerte, nuevo libro de Alejandro Corchs.
Foto: Alejandro Corchs.

Alejandro Corchs publicará en octubre su nuevo libro Trece preguntas a la muerte. La obra se sumará a títulos como Yo me perdoné y La unión de la familia, entre otros. El autor es también cofundador de Purificación, un centro de desarrollo psicoespiritual que ofrece una formación en tanatología. El taller es dictado en las Sierras de Rocha, un domingo al mes, durante 15 meses. Más información en www.tallerespurificacion.com/tanatologia.

Además, hay una formación online de tanatología intrafamiliar para personas que no quieren dedicarse a ser tanatólogos, pero sí buscan integrar la muerte y los diferentes tipos de duelo para acompañarse a sí mismos y a sus familiares. Las inscripciones para este taller ya están cerradas, pero hay una lista de espera en www.espiritualidadenlibertad.com/tanatologia/.

También hay otra lista de espera para el curso online ‘La reina de las transformaciones’, disponible haciendo click aquí.

Por su parte, Bernasconi guía el Círculo de duelo y vida (en Instagram: @circulodedueloyvida), un espacio para conversar sobre duelos, cierres y pérdidas. Los encuentros tienen lugar un sábado al mes de forma presencial en Centro Tiféret (Carlos María Maggiolo 622, Montevideo) y dos miércoles al mes en forma virtual. Por más información contactarse al 098 472 371.

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