Por Tatiana Scherz Brener
¿Qué tienen en común correr detrás de una pelota, teclear con la punta de la nariz y formar oraciones con palabras elegidas al azar? Las tres son actividades que se salen de la rutina, nos ponen en movimiento y nos conectan, por un ratito, con quiénes verdaderamente somos. En otras palabras: son juegos.
Pero hay otro aspecto que conecta tales actividades: en general, las hacen los niños, no los adultos. De hecho, cuando crecemos nos olvidamos de lo bien que nos hace jugar. Por eso, el domingo 7 de mayo, el experto en lúdica y recreación Adrián Blejman invita a los adultos a un evento gratuito para jugar e inventar juegos.
Las ventajas de jugar.
Jugar tiene muchos beneficios a nivel mental, emocional y físico, sin importar la edad que tengamos. En primer lugar, ayuda a distender la mente. “En los espacios de juego hacemos cosas que no haríamos en la vida cotidiana y eso nos abre a nuevas formas de pensar y entender el mundo”, señaló Blejman, creador del Laboratorio de Juegos, donde enseña a las personas a inventar juegos.
Cuando jugamos, el límite que separa lo que es “normal” de lo que no, se desdibuja. “Uno puede hacer cosas que en otro lugar no hace por miedo a ser juzgado”, sostuvo el experto. Pensémoslo así: ¿Acaso teclearíamos con la punta de la nariz en nuestro trabajo? Blejman sabe que no, y entiende que el juego es necesario como ámbito que legitima lo absurdo.
“Si nos levantáramos todos los días y largáramos una carcajada frente al espejo, el mundo sería diferente. Viviríamos más sueltos y tranquilos, y nos trataríamos mejor”, afirmó.
Además, el juego da lugar al autoconocimiento y a la expresión sin tapujos. “Jugar nos permite ser como somos y liberarnos del personaje según el cual vivimos todos los días”, expresó el experto. Y añadió: “Nos desnudamos emocionalmente frente a los demás y eso genera empatía y cercanía”. Hay juegos que implican gritar, abrazarse o reírse a carcajadas, cosas que hacen a la comprensión y la confianza, y facilitan la sanación.
Asimismo, muchos juegos estimulan el ejercicio físico porque implican correr, saltar o bailar, entre otros. Pero la conexión con el cuerpo va más allá de la actividad física. “Tenemos mucha información en el cuerpo y moverlo es una forma de escucharnos”, sostuvo Blejman. Y concluyó: “Cuando jugamos usando el cuerpo, eso puede traer apertura de conciencia, buen trato, solidaridad y compañerismo”.
La propuesta.
El domingo 7 de mayo tendrá lugar el primer Encuentro de Científicos de Juegos en Uruguay. Será de 11 a 16 horas en la Playa Pocitos, a metros del cartel de Montevideo. Es un evento gratuito y están invitados quienes se hayan certificado como científicos de juegos en el Laboratorio de Juegos, así como cualquier persona interesada en inventar juegos, divertirse y aprovechar los beneficios de jugar. Lo único que se pide es llevar frutas.
Para Blejman (Instagram: @adriman_blej), todos tenemos la capacidad de inventar juegos. Sin embargo, a veces debemos aceitar esa habilidad, sobre todo si dejamos de jugar hace mucho tiempo y vivimos de forma rígida y estructurada. Quienes deseen graduarse rápidamente para el evento pueden hacerlo desde www.labodejuegos.com.
Cualquier persona puede participar del encuentro, pero los científicos de juegos “tendrán un rol de liderazgo, facilitación, coordinación y logística especial”. En Uruguay, muchas de las personas graduadas son referentes en el campo de la educación, la recreación, la pedagogía, la salud mental, la gestión o el trabajo social, indicó el experto.
La idea es que los juegos que se inventen en este evento tomen forma en la Noche de los colectivos lúdicos, una propuesta que Blejman elevó al Municipio CH para ambientar lúdicamente el municipio —y, más adelante, la ciudad— durante una noche. “Podría disponerse de los ómnibus como espacios de juego, con dinámicas preparadas para que la gente suba y baje y vaya participando de diferentes juegos”, expuso.