Redacción El País
Hay invasión de mosquitos y sabido es que transmiten enfermedades, como el dengue, chikungunya y virus zika. Es momento de protegernos, evitar picaduras y también de activar medidas para que no se desarrollen las larvas de Aedes Aegypti.

Evitar el agua estancada en nuestros hogares es clave para que no se reproduzcan las larvas. Vaciar recipientes, baldes, llantas, maceta vacías, todos los objetos donde se acumule agua deben estar limpios, vacíos y boja abajo para evitar su acumulación.

Si bien el uso de repelentes es clave para alejar los mosquitos, también puede sumarse la utilización de espirales o tabletas que aseguran causarán su muerte y protegerán el hogar.

No está de más el uso de mosquiteros en puertas y ventanas y, de ser posible, de redecillas (por ejemplo, en cunas y coches).

Los repelentes, como su nombre lo indica, no matan al mosquito, solo lo alejan y evitan que picaduras. Considerando que los mosquitos transmiten enfermedades, es importante estar protegidos.

Los repelentes son sustancias que —por su olor o naturaleza— protegen de las picaduras. “Se aplican sobre las zonas expuestas y aseguran una protección de entre 4 y 8 horas”, señaló la médica Alicia Fernández.

Y puntualizó: “Sobre lesiones cutáneas no debe aplicarse repelente, tampoco en zonas que quedarán cubiertas por la ropa. El calor que brindan las prendas textiles, puede hacer que el repelente genere efectos secundarios y también toxicidad”.

Hay diferentes formas de presentación en el mercado: lociones, cremas, vaporizadores, roll-on o toallitas impregnadas; todas utilizan productos activos que se depositan sobre la piel.

La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) aprobó el uso de repelentes para repeler a los insectos y los aprobados son los que contienen dietiltoluamida (DEET), aminopropionato (IR3535), aceite de limón extraído de la hierba Cymbopogon citratus (cuyo compuesto activo es p-mentano-3,8-diol o mentanediol, PMD o geranodil), aceite de eucalipto (Eucalyptus citridora) conocido como citronela, picaridina (o icaridina), aceite de Nepeta cataria, también conocido como aceite de gato o de hierba gatera y 2-undecanona, también conocida como metil-nonil-cetona.

“Uno de los activos más utilizados es el DEET, su concentración varía de un producto a otro. En niños, se recomienda no utilizar productos que tengan más de 15% de DEET y no debe utilizarse en bebés menores de 6 meses”, señaló la médica Alicia Fernández.

Según Farmanuario 2023®, en Uruguay para uso tópico, también hay para uso algunas de las sustancias repelentes, tales como aminopropionato, citronela, mentanediol y picaridina.

La Picardina tiene una eficacia muy comparable a la que posee el DEET y puede utilizarse en concentraciones no mayores de un 30% a un 50%. En el caso de los niños, la Academia Americana de Pediatría recomienda que la concentración de estos productos sea menor al 10% para evitar riesgos de toxicidad.

Foto: Archivo El País.

· Leer correctamente el rótulo y las instrucciones del producto antes de comprarlo y antes de aplicarlo. La concentración de DEET debe aparecer en la lista de componentes del repelente.

· Siempre una persona adulta debe aplicar el repelente al niño. La forma correcta de hacerlo es que el adulto se coloque el repelente en las manos (sea en crema, loción o aerosol) y luego se lo aplique al niño, evitando la zona del contorno de ojos, narinas, boca y oídos.

· Si el niño utilizará repelente por primera vez, hay que aplicarle una pequeña cantidad en el antebrazo y observar la reacción del cuerpo. Si aparece enrojecimiento o ardor, no debe utilizarse el producto.

· Solo debe aplicarse en piel expuesta.

· No usar sobre piel dañada o irritada.

· Después de la aplicación lavarse las manos con agua y jabón.

· Entre los 6 meses y el año se recomienda aplicar sólo una vez al día.

· Entre 1 y 12 años se recomienda aplicar hasta dos veces al día.

· En mayores de 12 años se recomienda aplicar hasta tres veces al día.

· No utilizar repelentes asociados a protectores solares en la misma formulación.